La ampliación del contrato de Bigas, para Miguel Ángel Ramírez no tiene que cerrarse obligadamente este verano. El máximo mandatario del club, por experiencias anteriores, sabe que estos asuntos pueden ir madurándose con el paso de las jornadas en el año que le resta aún al jugador. No sería una situación nueva ésta. Si echamos la vista atrás, y no demasiado atrás, encontramos situaciones anteriores parecidas con jugadores importantes del actual plantel.
Sin ir más lejos, el de Hernán Santana y los hermanos Castellano, Dani y Javi. En estos casos, las negociaciones se iniciaron durante la campaña anterior a la que acababa su relación contractual. Al no llegarse a un acuerdo, entre las partes se decidió aparcar, cordialmente, la situación hasta la fecha de finalización de sus contratos y todo acabó bien. Otro asunto similar, pero que resultó más complicado de solucionar fue el de David Simón. En las conversaciones para la renovación, la situación entre el club y el futbolista, codiciado por otros equipos, se tensó tanto que la entidad decidió no inscribirle al inicio de la temporada, pero pocos después se desbloqueó el asunto y llegó el acuerdo.
En el otro extremo está el caso del grancanario Deivid, jugador que vivió también momentos duros en las negociaciones y, finalmente, las discrepancias fueron tan fuertes que el defensa central acabó por marcharse al Córdoba, el equipo que precisamente ejerció de verdugo de los amarillos en la lucha por el ansiado regreso a Primera División en el ya famoso 22J. Con estos precedentes, el club espera salir de nuevo airoso en un caso de renovación de uno de sus jugadores más codiciados en estos momentos.
