Cuántas veces van ya esta temporada en que Quique Setién, en la rueda de prensa posterior a un encuentro lejos de Gran Canaria, tiene que lamentarse de que el resultado final no refleje los merecimientos realizados por su equipo sobre el terreno de juego. Anoche, tras la derrota por 4-3 frente al Espanyol en el estadio de Cornellá El Prat, lo volvió a hacer.

"No hemos merecido perder. Nos ha costado un gran esfuerzo, pues al primer minuto de juego ya habíamos encajamos un gol. Es una pena, porque no perdimos la fe aun cuando el marcador reflejaba el 4-2. Estoy contento con el trabajo del equipo, pero hay cosas que debemos corregir. Ahora nos toca levantar otra vez la cabeza. A pesar de meter tres goles, no hemos tenido mucha suerte", resumía el entrenado de la UD Las Palmas.

Quique Setién mostró su contrariedad por no poder romper la mala racha que persigue al conjunto amarillo como visitante: "Lo que hacemos fuera de casa no nos da para ganar". Estos resultados han llevado al equipo grancanario a estar en tierra de nadie en la tabla clasificatoria a estas alturas de la temporada. Incluso, no lo considera negativo: "Si lo miramos de forma positiva, nos quedan dos partidos para salvar la categoría. Esta situación la hubiéramos firmado todos a comienzos de temporada. No obstante, creo que merecíamos tener más puntos".

El entrenador de la UD Las Palmas piensa que derrotas como la de ayer merma en algo la moral de los jugadores, pero cree que se van "a mantener solos". Además, apuntó que "nos gustaría estar más arriba, pero estamos viendo que no puede ser y nos cuesta".

"Nunca damos ese paso, sobre todo fuera de casa. A veces no nos damos cuenta de que estamos jugando con el Espanyol, que tiene más presupuesto que nosotros. Es un equipazo y lo lógico es que te gane", manifestaba.

Quique Setién explicó que fue por cansancio el cambio final de Halilovic por Hernán. Muchos no lo entendieron, incluso el jugador por su cara en la charla con Eder Sarabia. También vio penalti sobre Hélder Lopes: ""Fue clarísimo. Le empuja y le arrolla sin intención de jugar el balón".