En la UD Las Palmas están encantados con Roberto De Zerbi. El italiano, que se convertirá en el entrenador del primer equipo amarillo en los próximos días, es la apuesta de la dirección deportiva. Y ya es también la del presidente, Miguel Ángel Ramírez. La intrahistoria de su contratación tiene similitudes con las de Quique Setién y Sergio Lobera. El proceso se repite. El club amarillo no quiere perder los mecanismos que le han llevado hasta su consolidación en la máxima categoría. Toni Cruz y Luis Helguera, que ya arriesgaron y triunfaron con Quique Setién, propusieron a Roberto De Zerbi. En febrero, antes de que el cántabro anunciara que no renovaría, se produjeron los primeros contactos y en el mes de abril llegó el momento clave. El italiano, que había empezado semanas atrás a mejorar su español, se reunió personalmente con Miguel Ángel Ramírez y se lo ganó, tal y como sucedió hace unos años con Sergio Lobera, cuando la UD realizó un cásting para el banquillo. El máximo mandatario nunca perdió la fe en convencer a Quique Setién, incluso cuando los términos con De Zerbi estaban acordados, pero también le gusta el italiano, que tendrá un contrato de un año.

Ramírez aún recuerda cómo nació la decisión más delicada de los últimos años. Cuando la UD destituyó a Paco Herrera y no encontraba el norte en su regreso a Primera División, se presentaron dos opciones sobre la mesa. El presidente quería a Miguel Ángel Brindisi, tanto que el argentino llegó a desplazarse a España. Pero el máximo mandatario acabó cediendo a los argumentos de Toni Cruz y Luis Helguera. El director deportivo y el secretario técnico defendieron una apuesta arriesgada dándole el timón a un Quique Setién sin experiencia en Primera División y con una plantilla que, según admitía todo el entorno amarillo, no estaba hecha para su estilo de juego. Pero el tiempo les ha dado la razón y el cántabro consolidó al equipo en la mejor liga del mundo.

El vínculo con el Palermo

Con De Zerbi ha ocurrido algo similar, con el añadido de que la decisión final se tomó tras la entrevista personal entre el italiano y Miguel Ángel Ramírez. El presidente salió convencido de que si no lograba que Setién cambiara de opinión el elegido sería De Zerbi. Lo único que retrasa su anuncio es su vinculación contractual con el Palermo. Y es que en Italia a los entrenadores no se les rescinde el contrato cuando son destituidos. Continúan en nómina y para firmar con otro club deben llegar a un acuerdo con la entidad de procedencia. De Zerbi tiene vínculo con el Palermo hasta el 2018 y solo falta que firme su finiquito, algo que hará durante esta semana. El anuncio, de todas formas, podría retrasarse hasta que Miguel Ángel Ramírez vuelva de Miami, donde la entidad insular realiza un campus con el Miami Lakes.

A pesar de ello De Zerbi ya lleva varios meses pensando en amarillo. Desde febrero, cuando comenzaron los contactos, aceleró su aprendizaje de español. Ya manejaba el idioma por su etapa como futbolista en el Cluj rumano, cuando coincidió con varios argentinos. Pero ahora incluso se ha trasladado a España, concretamente a Barcelona, donde lleva un mes para perfeccionarlo, tanto el idioma como su conocimiento de la liga española. Ha aprovechado este tiempo para empaparse de la UD Las Palmas y de los rivales que tendrá en la próxima temporada. De hecho el 1 de marzo, dos semanas antes de que Quique Setién anunciara su adiós, presenció el partido del equipo amarillo en el Santiago Bernabéu, si bien entonces la decisión no estaba tomada. Ahora sí, y por ello sus colaboradores estuvieron recientemente en Gran Canaria para ver las instalaciones en las que entrenará y ha aceptado con ilusión la presencia de Juan Carlos Valerón dentro de su cuerpo técnico.

Un palmarés corto

Sus resultados en el Palermo no importan para la UD. En los trece partidos que dirigió, el equipo apenas logró una victoria, por lo que fue relegado. Sin embargo, en el club amarillo consideran que se encontraba en un contexto pésimo para desarrollar su idea, en una entidad en proceso autodestructivo y sin los jugadores idóneos. De hecho el equipo, que ha tenido hasta cinco técnicos diferentes, ha acabado descendiendo a la Serie B. Antes había entrenado en categorías más bajas del fútbol italiano al Darfo Boario y al Foggia durante dos temporadas.

A sus 37 años lo que más gusta en la UD es su perfil metódico y que apuesta por el fútbol de toque. Amante del 4-3-3, es también un obseso de la táctica defensiva, uno de los elementos que el club más reprochaba a Quique Setién, sobre todo en los últimos meses. También consideran en la entidad que es cercano con los jugadores pero que tendrá mano dura. Ya ha advertido de ello en las conversaciones que ha tenido con empleados del club. Es la última apuesta de la dirección deportiva. Un semidesconocido que ya enamora.