Sergi Samper, cuyo fichaje por la UD es cuestión de horas, está llamado a patronear desde el eje del centro del campo el fútbol de talante ofensivo que ha encumbrado al conjunto amarillo desde que desembarcó, después de muchas décadas, en la élite del balompié nacional. El centrocampista barcelonés, de 22 años de edad, encarna el modelo de jugador con la firma made in La Masía.
Formado desde benjamines bajo la tutela del FC Barcelona, el juego del catalán se ciñe a ese estilo que encumbraron los Xavi, Iniesta, Piqué, Busquets, Leo Messi... Buen trato con el balón, visión de juego y, por encima de todo, mucha vocación atacante. Y es que si una posición ha marcado el estilo Barça es la de mediocentro, la de ese hombre que da equilibrio y celeridad a un conjunto muchas veces débil en su esquema táctico ante tanto torrente ofensivo.
La irrupción a una edad muy temprana de las perlas de la cantera azulgrana, que vivió su época de esplendor con la llegada de Pep Guardiola al banquillo, ha frenado el relevo generacional en el cuadro azulgrana, algo que ahora parece pasar factura vista la etapa actual marcada por la incertidumbre sobre el rendimiento de los productos de La Masía ya consagrados a nivel internacional.
Su presencia ha taponado la salida de nuevos valores emergentes en los últimos tiempos, jugadores que lejos del entorno de la factoría del FC Barcelona se han visto desprotegidos futbolísticamente al recalar en proyectos con un corte opuesto al que mamaron desde su niñez. Unos han acabado en el ostracismo, otros han visto frenada en seco su proyección y otros, los menos, han conseguido volver a casa.
Ahora que la guardia pretoriana de un rey llamado Leo Messi parece que se desinfla, los últimos cachorros de La Masía, como es Sergi Samper, tienen la opción de foguearse en clubes como la UD Las Palmas para comandar el relevo generacional que el Barça actual debe acometer en breve para recuperar el esplendor que hasta hace bien poco lo convertía en un equipo de ensueño.
