El Leganés y el Girona se repartieron los puntos en un partido donde ambos buscaron con ahínco la meta contraria, pero sin la puntería necesaria para convertir esas buenas intenciones en tantos.

Sólo habían transcurrido 44 segundos cuando el local Szymanowski estrelló el balón en el larguero. No tardó demasiado en responder el cuadro catalán con un cabezazo alto de Stuani cuando estaba solo. El delantero, poco después, malograba otra buena opción de poner el 0-1.

Por parte del Leganés, Beauvue emuló al anterior, sobre todo en una oportunidad clara al borde del descanso. En una contra no miró a los compañeros que se ofrecían sin marcaje por el costado y su definición pasó rozando el palo.

No cambió el escenario tras el paso por los vestuarios. Con fuerzas renovadas, persistió la vocación ofensiva en ambos equipos. Daba la sensación de que el tanto estaba al caer sin que pudiera anticiparse a ciencia cierta hacia qué sitio.

Mientras se dilucidaba, el colombiano Mojica volvía loca a la defensa local con un repertorio de regates que no resultaban meros adornos. Una jugada individual la siguió de un centro al que solo le faltó rematador y otra, de un lanzamiento desde larga distancia que se perdió por la línea de fondo.

Algo semejante, o sea un elemento que generara desequilibrio, lo buscó también desde el banquillo Asier Garitano con las entradas de Omar y Amrabat en el Leganés. El grancanario Juanpe tuvo su segunda opción de anotar para el Girona, mandando esta vez el balón al travesaño. Parecía cuestión de tiempo que la pelota entrara. Y lo hizo, pero Amrabat no pudo celebrar el 1-0 al anular el gol el colegiado por fuera de juego.