Partidos como los de este domingo son los que miden la fiabilidad de un equipo. La UD Las Palmas recibe a un rival, el Leganés, de dientes afilados, muy serio en defensa y con capacidad para dar un susto a cualquiera (17.30 horas). Lo hace con cinco bajas de jugadores con la etiqueta de titulares y en el tercer encuentro en una semana. Muchos exámenes en uno solo para el combinado de Manolo Márquez, que se mide a uno de esos enemigos a los que, en casa, hay que ganar sí o sí para lograr el objetivo de una permanencia tranquila.

El protagonismo de la enfermería en la actualidad amarilla es preocupante. Vitolo, Dani Castellano, Sergi Samper, Pedro Bigas y Alen Halilovic son bajas garantizadas por lesión. Además, Márquez cuenta con la duda hasta última hora de Loïc Rémy, que todavía no lo ha sido pero ha demostrado que puede convertirse en una pieza fundamental. Con una lesión muscular de una semana que ya empieza a superar, su participación supondría un riesgo.

Las victorias frente a Málaga y Athletic han dado aire fresco a la UD Las Palmas, que se encuentra en una zona cómoda de la clasificación. La derrota frente al Sevilla del miércoles entraba en las quinielas, pero dejó de manifiesto que esta UD ya está hecha de otra pasta. Después de mostrarse muy débil defensivamente ante Valencia y sobre todo Atlético de Madrid ha dado un paso adelante en carácter y competitividad. La elección del doble pivote ha dado el equilibrio que tanto necesitaba la UD desde hace más de un año.

Málaga, Athletic y Sevilla le plantearon partidos abiertos a la UD. El Leganés, en cambio, le ofrecerá un nuevo contexto. Es uno de los más humildes de Primera División, pero Asier Garitano ha dado forma a un bloque muy sólido que aspira a convertirse en un nuevo Eibar. Se ha ganado la condición de mal cliente. Es un ejército solidario que solo ha encajado tres goles en cinco jornadas -ya ha dejado su portería a cero en tres ocasiones-, por lo que someterá a la UD a un examen que no ha tenido hasta ahora.

Se cerrará el Leganés con orden y sacrificio como premisas principales con la intención de salir al contragolpe. No tiene mucho gol, pero nombres como Amrabat, Naranjo y Beavue imponen mucho más que los atacantes que tenía la temporada pasada. Así, la UD debe recuperar la fluidez en la posesión de la pelota. Presumir de argumentos ofensivos, pero con más constancia.

El doble pivote

El rival no lo pondrá fácil, y las bajas elevan la dificultad. Vitolo, Halilovic y Rémy son ideales para este tipo de encuentros. Así, el listado de candidatos para ocupar los extremos se reduce a Tannane, un Tana al que le cuesta desequilibrar en las bandas, Momo y Hernán Toledo. Y de ellos el argentino y el marroquí son los más verticales. Del centro del campo hacia adelante los que tienen la titularidad asegurada son Jonathan Viera y Calleri -los únicos, junto a Chichizola, que lo han jugado todo-, así como Javi Castellano. El gemelo rotó en el Pizjuán, algo que no hizo Aquilani. El italiano siempre va de más a menos en los partidos y ya tiene una buena carga de kilómetros esta semana, por lo que Vicente Gómez, mucho más imprevisible para las defensas en estos duelos, gana enteros.

En defensa, más rotaciones con Lemos de vuelta y Borja Herrera ante la oportunidad de debutar en Primera. Protegidos por Chichizola, deberán extremar las precauciones por la velocidad de los contragolpes del Leganés.