En la carrera de Ayestarán, figura un rostro clave en el último gran éxito de la UD. Paco Herrera, arquitecto del ascenso a Primera con el mágico 21-J de 2015, con el latigazo de Araujo, trabajó junto al ahora preparador amarillo dentro del equipo de Rafa Benítez en el FC Liverpool.

Se hicieron inmortales en Anfield Road en 2005, tras conquistar la Liga de Campeones en Estambul, tras llevar al Milán a los penaltis en un pulso irrepetible (3-3). El conjunto británico equilibró un 0-3 y se vistieron de leyenda -con los tantos de Smicer, Gerrard y Xabi Alonso-. La última corona continental se remontaba a 1984. Un giro brutal.

Ayestarán estuvo de 2004 a 2007 en el Liverpool y ejerció de preparador físico, José Ochotorena era el preparador de porteros y Herrera el enlace técnico de Benítez. Llegó tras dirigir al Recreativo y Albacete.

Herrera y Ayestarán fueron esclavos del éxito con Benítez. El ahora preparador de Newcastle calificó a Ayestarán de "entrenador físico".

Fue un habitual en el equipo de trabajo de Benítez ya en el Valencia y no dudó en acompañar al exentrenador del Tenerife en su exitosa aventura. Más allá de los ejercicios, Ayestarán fue el consejero de Benítez. Le moldeó la pizarra e implantó métodos revolucionarios.

Dejó Liverpool en 2007, mientras que Benítez estiró su vinculación hasta 2010, para luego dar el salto al Inter de Milán. Aquí se fracturó la relación profesional entre Benítez y Ayestarán. Por su parte, Herrera abandonó el fútbol inglés en 2006 para convertirse en director deportivo del RCD Espanyol.

Herrera firmó por la UD en julio de 2014, tras la cruenta eliminación amarilla en la final del playoff de ascenso ante el Córdoba [el infausto 22-J], que estuvo marcada por la invasión de un grupo de aficionados al césped del Gran Canaria.

En la reanudación, marcó Dávila y la gloria acabó en un manto de lágrimas. Con Herrera, la UD superó el trauma y puso fin a trece años de peregrinaje por el infierno. Duró ocho partidos en Primera y fue despedido tras caer en Getafe. Fue relevado por Quique Setién.