Con Jonathan Viera en la enfermería y Roque Mesa en la penumbra de Swansea, la UD está falta de líderes espirituales. Se busca capitán de barco en la tormenta. En la previa del Real Madrid-UD Las Palmas -domingo, 19.45 horas, televisado por Movistar Partidazo-, y con el galeón a la deriva -está en zona de descenso y ha encajado 25 tantos en diez jornadas-, aparece Vicente Gómez. Portó el brazalete en el UD-Dépor, tras la marcha de Jonathan Viera por una lesión muscular, y realza el sacrificio de llegar a Primera División: "Hemos sufrido mucho para llegar hasta aquí. Es momento de, quizás, recordar esos malos momentos que hemos vivido. Recordar porqué estamos en esta situación. Estoy seguro que los equipos de Segunda y los dos que están por debajo se cambiarían por nosotros. Soy optimista. Nunca se sabe cómo nos podemos encontrar en Madrid".

¿Qué opciones tienen de batir al gigante blanco? Vicente Gómez no especula con el talante racial. Morir de amarillo. Dejarse la piel. Prohibidas las concesiones. "Tenemos que hacer un partido muy completo, que ellos tengan un mal día y brindar una dosis de fortuna para poder ganar o puntuar. Tenemos que hacer un partido de posesiones largas, que no se encuentren cómodos y que les entre el nerviosismo por ganar el partido". Sin tapujos, reconoce que hay "un problema" en la retaguardia. 25 toneladas de motivos para cambiar el sistema. "Tenemos un problema y hay que afrontarlo. Tenemos salir del descenso a dos puntos. Desde que encontremos sensaciones vamos a salir. Las cosas hay que contarlas tal y como son. Siendo no tan vulnerables, saldremos adelante. Futbolistas de ataque tenemos de sobra".

Sin la magia de Jonathan Viera, Vicente Gómez se aleja de la depresión del entorno. Considera que hay mimbres en el plantel para clonar la categoría del '21' de la UD. "Jonathan es un jugador espectacular y entre todos tenemos que paliar su baja". En relación al estilo de la UD, y al aroma cautivador del toque y la posesión, matiza que no hay que ser tremendistas. Contundencia defensiva desde la inspiración. "Tenemos que ser nosotros mismos. Si vamos a darles el balón y estar los once jugadores por detrás del balón: pues vas a sufrir. Además, por momentos nos van a someter y tenemos que estar preparados y concienciados. Hay que hacerles correr mucho y tenemos que hacerles sentir incómodos".

¿Es mejor visitar a un Madrid con dudas? "Por un lado puedes pensar que es mejor o no. Vamos a ir con toda la humildad del mundo. A mí me sigue dando orgullo representar a Las Palmas en un estadio como el Bernabéu". Se desmarca del cartel de nuevo líder espiritual. "Los momentos en los que he creído que había que hablar he hablado. Me salieron esas palabras. No me siento ni más líder ni menos líder".

El (3-3) con Quique Setién, el pasado marzo, marca el camino. Por unos centímetros, la UD no besó la gloria. Se quedó muy cerca de conquistar el Santiago Bernabéu. La UD aún no ha ganado en el templo blanco. "En ese momento atravesábamos una mala dinámica, pero estábamos jugando bien. Lo normal era que tuviésemos el peso del partido como nos trasladó Setién. Este año vamos con la idea de reencontrarnos con nosotros. Tenemos que demostrar lo que es la UD y cerrar ese grifo de goles encajado que nos está pasando factura. Ojalá podamos parecernos mucho al equipo que fuimos el año pasado en ese partido en el Bernabéu".

¿Pánico en el vestuario amarillo? Vicente apela al compromiso por el escudo. Respeto al rival y fe ciega en el poderío de un sello herido. "Esto es fútbol, no hay que asustarse. Al Madrid lo conocemos porque tiene jugadores que son referencia. Todos lo equipos tienen sus puntos débiles y cuando hemos jugado contra ellos, hemos sido capaces de hacerles daño. Tenemos que llegar al parón con esperanza de poder cambiar la situación (...) En el Bernabéu si no vas ilusionado o con ganas, ¿a dónde vas a ir ilusionado en esto del fútbol? Iremos con toda la intensidad del mundo y si podemos hacerles el partido incómodo, mejor para nosotros".