Jonathan Viera contradijo este miércoles a Miguel Ángel Ramírez sobre su renovación. El presidente de la UD Las Palmas aseguró el lunes que "el acuerdo para su renovación está cerrado", mientras el mediapunta explicó que "no tengo nada hecho con el club", aunque insistió en que "no es el momento de hablar de mi renovación, eso es secundario".

El jugador prioriza la situación del equipo: "De aquí a final de temporada salvar al equipo es mi único objetivo. mi situación es la que es y no hay prisa por renovar mi contrato". "Ya le dije al club mis intenciones y lo que pensaba, no sé dónde voy a estar el año que viene. En junio ya veremos si Viera continúa o si Viera se va", comentó.

El mediapunta, asimismo, fue cuestionado por las declaraciones en las que Miguel Ángel Ramírez reprochaba a los jugadores que mancharan el escudo. "Todas las opiniones son respetables. En ningún momento queremos manchar el escudo. Estos son momentos de mucho nerviosismo y a veces se dicen cosas que no se piensan o que no se quieren decir", añadió.

El jugador se suma a la oleada de disculpas, admite que toda la responsabilidad es de la plantilla y entiende el enfado de la afición. "Somos últimos y no tenemos muchas cosas que decir. Todos somos culpables, todos somos todos. Los jugadores somos los primeros porque somos los que salimos a jugar. Y solo nos queda trabajar y trabajar y pedirle perdón a la gente, que no se merece ni el partido del otro día ni toda la primera vuelta que llevamos", comenzó en su comparecencia.

"Hemos demostrado que somos capaces de jugar bien y ganar pero este año no lo estamos demostrando. Estamos en una situación complicada. Lo único que nos salva es que queda toda la segunda vuelta y tenemos que estar todos juntos para poder sacarlo. La afición tiene toda la razón del mundo por el cabreo y no podemos reprocharles nada", continuó.

El jugador comprende las pintadas que han aparecido tanto en El Hornillo como en el Estadio de Gran Canaria: "(Los que piden orgullo y personalidad) tienen toda la razón del mundo. No esperaba que a estas alturas estuviéramos como estamos. No podemos mirar para otro lado, la gente tiene razón en lo que dice. El sábado tenemos que demostrar que hay un cambio. Y ya no hablo solo del resultado. A la gente no podemos reprocharle nada, ya es bastante que estén yendo 12 o 14.000 personas al Estadio", valoró.

"Después del partido en Girona hacía bastante tiempo que no veía al vestuario tan tocado. Estábamos hundidos, nadie se lo esperaba y estamos jodidos. A la afición le decimos que con ellos somos más fuertes, todos juntos podemos sacar esto adelante", afirmó.

Por último, acerca de sus declaraciones antes del parón navideño sobre que "no somos una piña" y si se refería a Rémy y Tannane, ahora descartados por Paco Jémez, contestó: "Mi mensaje fue claro. Creo que el equipo cada vez que salía a jugar no tenía claro lo que quería hacer, parecía que cada uno iba a su bola. Está claro que el idioma era un problema, como yo cuando salí fuera. Yo me llevaba bien con ellos y en que el club o el entrenador haya decidido dejar de contar con ellos no tengo nada que ver".

"La afición nos recibirá enfadada el sábado, es normal después de como van las cosas. Los que tenemos que dar somos nosotros a ellos", comentó. "La permanencia pasa por el Estadio, tenemos que volver a ser un fortín. No tengo ninguna duda de que tenemos equipo y capacidad para sacar esto adelante. Si fuera lo contrario también lo diría", prosiguió. "Si el sábado ganamos se verán las cosas de otra manera y el equipo cogerá algo de confianza", aseguró.

"No sé el sistema con que saldremos el sábado. No es una cuestión de defensa de tres o de cuatro. Creo que es una cuestión de mentalidad, de saber que estamos jodidos y no puede ser que al primer palo que nos den se haya acabado todo. Tenemos que tirar de orgullo y amor propio para sacar esto", añadió. Y sentenció recordando que "esto no es culpa de los entrenadores, hemos tenido a cuatro y no puede ser que los cuatro sean malos. Con el míster estamos trabajando muy bien y sé que él no va a dejar de trabajar hasta sacar esto adelante".