El Grupo Parlamentario Socialista Canario no ha quedado conforme con las explicaciones del consejero de Ordenación Territorial, Domingo Berriel, sobre las conversaciones que mantuvo con el empresario Santiago Santana Cazorla durante la tramitación del permiso de la Comunidad Autónoma para construir 1.600 camas en el complejo turístico de Anfi Tauro, en el sur de Gran Canaria. Lejos de enfriar el asunto, los socialistas estudian si presentar una interpelación, que conlleva una posterior moción que podría incluir la reprobación de Berriel, o presentar ésta directamente.

Lo cierto es que la segunda comparecencia de Berriel ante el Parlamento en apenas quince días para explicar el contenido de esas polémicas conversaciones solamente ha servido para que, en palabras del diputado Francisco Fajardo (PSOE), haya quedado en evidencia que tras ese expediente, vinculado al caso Góndola, "existe un trasatlántico" en el que están implicados altos cargos del anterior Gobierno regional.

Frente a esta tesis, el consejero mantuvo que el contenido de la "fugaz conversación" mantenida con el empresario de apenas un minuto de duración es "totalmente irrelevante", como ya quedó aclarado por el Tribunal Superior de Justicia de Canarias hace un año, y aseguró que el contenido de la misma ha sido "tergiversado" en los medios de comunicación, algo de lo que se ha servido el PSC para mantener vivo este debate en el Parlamento de Canarias.

A esta tesis se unió el portavoz de CC, José Miguel Barragán, que insistió en que la Justicia ya actuó sobre las conversaciones, "desmintiendo categóricamente la existencia de delito", y advirtiendo a los socialistas del peligro que supone "usar torticeramente esas conversaciones para decir que hay tráfico de influencias".