La corrupción de la que se habla en las barras de los bares y en las tertulias de cualquier pueblo y ciudad de Canarias tiene su correspondiente reflejo estadístico, algo que conocen perfectamente los cargos públicos, incluidos los que forman parte del nuevo Consejo de Gobierno en Canarias. Según la última oleada del barómetro del Consejo Económico y Social de las islas, correspondiente a finales de 2010, coloca a la corrupción como una de las principales preocupaciones de los canarios, pues el 11,1% de los encuestados lo situación en el primer lugar de sus respuestas cuando fueron interrogados sobre la escena insular. Las últimas operaciones contra cargos públicos, funcionarios y empresarios han avivado el caldo de cultivo (las operaciones dentro del llamado 'caso Unión' en Lanzarote, por ejemplo, han dejado alrededor de cuarenta detenidos y más de un centenar de imputados, algunos de ellos también de Gran Canaria o Madrid).

La sensación de corrupción en la clase política que está grabado en parte del imaginario colectivo afecta al PSOE, al PP y a CC, según los datos del Centro de Investigaciones Sociológicas. Pero hay otra clave. Coalición es el partido nacionalista que más se asocia a la corrupción. Los prismáticos estarán dirigidos por tanto hacia el pacto.