Gran Canaria podrá ampliar su oferta turística en unas 12.000 nuevas camas, la mayoría de ellas vinculadas a la sustitución de plazas antiguas por nuevas, pero también en zonas con suelo calificado y que no dependen de esta regulación como pueden ser los casos de Santa Águeda o La Aldea. El Plan Territorial Especial de Ordenación Turística, elaborado por el Cabildo de Gran Canaria, contempla zonas de expansión en Tarajalillo -junto a la urbanización Bahía Feliz-, barranco de la Negra, Catanga, Casería de Media Fanega o Cueva del Canario, todas ellas situadas en los municipios de San Bartolomé de Tirajana y Mogán.
La Cotmac ha dado el visto bueno a esta articulación realizada por la Corporación insular en la que se determina el futuro desarrollo turístico de la Isla. Además de estas zonas de expansión, aún existen bolsas de suelo urbanizable calificado como turístico en Meloneras, el Campo Internacional, Tauro y Taurito.
Este plan territorial está vinculado a los planes especiales de campos de golf o de puertos deportivos, que serán los que regulen las zonas donde pueden ubicarse nuevas instalaciones de este tipo o marinas deportivas, ofertas que tendrán que estar vinculadas a las nuevas plazas alojativas previstas en el planeamiento.
Lo que queda pendiente
Lo que ha quedado pendiente por parte de la Consejería de Política Territorial es la delimitación de la oferta residencial vacacional, es decir, villas o chalets que se alquilan a turistas por temporadas pero que no cuentan con una explotación turística convencional. Las discrepancias jurídicas y el vacío legal existente al respecto ha provocado que el tema se haya quedado sobre la mesa hasta que se busque una fórmula que le dé vía libre, ya que la próxima moratoria lo regulará definitivamente.
En el plan territorial del Cabildo se distingue entre zonas turísticas exclusivas y áreas donde conviven el uso residencial con la explotación alojativa. Este es el caso de zonas como Rocas Rojas, San Agustín y Las Burras, donde se debe decidir qué porcentaje es residencial y cuál turístico. En el caso de Sonnenland se contempla que el 30% de las edificaciones podrán ser de uso residencial. Aquí radican las dudas jurídicas planteadas por la Comunidad Autónoma.
