La primera oleada de recortes anunciada el pasado viernes por el Gobierno central no ha motivado que el Ejecutivo canario se ponga a trabajar en un alternativa a la baja para el presupuesto de 2012. Así lo aseguró ayer el presidente canario, Paulino Rivero, al finalizar la reunión del Consejo de Gobierno celebrada en Las Palmas de Gran Canaria.

Ni siquiera el hecho de que la vicepresidenta española, Soraya Sáenz de Santamaría, anunciara que los recortes son solo el "principio del principio" hace dudar al Ejecutivo canario de que las cuentas aprobadas hace dos semanas se mantendrán más allá de marzo.

"Esperamos que no haya una política de más ajustes que afecte a los compromisos que mantenemos con el Estado", afirmó Rivero. El presidente canario explicó que su Gobierno ha sido "bastante previsor en la elaboración de las cuentas con respecto a aquellas cuestiones que dependen del Estado" y ha optado por no revisar las anualidades al alza.