Repsol no podrá saber antes de cuatro años si hay o no petróleo en aguas canarias. Fuentes de la compañía admitieron ayer que necesitan al menos seis años para conocer con exactitud el volumen y la calidad de ese petróleo. Las catas que realizó la petrolera entre 2002 y 2004 debieron ser suspendidas por un problema judicial. De autorizársele de nuevo en las próximas semanas a seguir con esa exploración, no sería antes de mediados de 2016 cuando pudiera iniciar la extracción de crudo o gas. Con todo, la compañía cree que pudiera estar ante un yacimiento de mil millones de barriles.

Si frente a las costas canarias hay "mucho y buen petróleo", tal como afirmó el martes el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, es, a día de hoy, solo una intuición.

La campaña de investigación de Repsol duró solo dos años. En 2004 el TS la paralizó por un defecto de forma. Según fuentes de la propia petrolera, la única que queda en manos españolas, las labores científicas previas a la extracción de crudo se extienden por un periodo aproximado de seis años. Por tanto, restan cuatro años de estudio de la zona para determinar si merece la pena seguir adelante. Si esos trabajos de investigación concluyen con resultado positivo, sería el momento de pinchar el subsuelo en una o dos zonas para determinar la calidad y cantidad de petróleo existente.

Evidentemente, cuando Repsol optó a la concesión de las nueve cuadrículas en el canal que separa Lanzarote y Fuerteventura de la costa africana no lo hacía a ciegas. Existen indicios, basados en las condiciones del subsuelo marino y las características geológicas de la zona, que así se lo aconsejaron.

Sin existir esa certeza sobre el número de barriles de crudo que hay cerca de las Islas -una primera estimación de Repsol la cifró en 1.000 millones-, la consejera canaria de Empleo e Industria, Margarita Ramos, calificó como graves las palabras de Soria.

Ramos exigió al Ministerio de Industria, Energía y Turismo que "clarifique" si se han realizado o no esas prospecciones petrolíferas en aguas próximas al Archipiélago sin conocimiento del Gobierno de Canarias, cuestión que, en caso de haberse producido, consideró "mucho más grave".

La consejera recordó que el de las posibles prospecciones frente a las costas canarias es un asunto "estratégico" que afecta a las relaciones con el Estado y que incide además en la política exterior del país y en las relaciones de vecindad con Marruecos.

En 2002, cuando el Gobierno de José María Aznar concedió permiso a Repsol para iniciar la campaña de investigación, Marruecos calificó la medida como "hostil". Las relaciones entre el reino alauí y el Ejecutivo del PP se encontraban en plena escalada de tensión. De hecho, solo unos meses más tarde tropas del ejército de Mohamed VI invadieron el islote Perejil.

Por su parte, fuentes del ministerio aseguraron que la posición con respecto a Canarias se mantiene invariable, es decir, las prospecciones llegarán solo en el momento en que exista consenso con la comunidad autónoma.