El presidente de Repsol, Antonio Brufau, ha telefoneado directamente al jefe del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, para expresarle su malestar por las críticas del Ejecutivo regional a la petrolera en relación a los sondeos aprobados por el Estado en aguas cercanas a Lanzarote y Fuerteventura.

Brufau habló con el también presidente de Coalición Canaria el pasado jueves tras conocer un comunicado de la administración autonómica, que acusó a la multinacional de ofrecer "informaciones y datos falsos" sobre las prospecciones, algo que "daña aún más la escasa credibilidad que Repsol puede tener aún para la sociedad canaria", según el Ejecutivo.

A raíz de esta nota, el dirigente de la empresa contactó con Rivero, quien le respondió que él ya conocía de sobra la posición del Gobierno de Canarias. Pero la llamada no quedó ahí y Repsol desveló al día siguiente que el dirigente nacionalista se mostró partidario de las prospecciones durante la reunión de los representantes de la empresa con él el 6 de marzo en la sede de Presidencia en Santa Cruz de Tenerife, en la que le expusieron el proyecto inversor. Ayer Repsol ratificó su posicionamiento y remarcó que en privado Rivero avala su iniciativa empresarial. En todo caso, la compañía prefiere no polemizar y desea que se valore su proyecto industrial, pues consideran que es "una gran oportunidad para Canarias en términos de empleo, inversión y de diversificación de la economía canaria, que está muy necesitada de eso".

Sin embargo, fuentes de Presidencia contraatacaron ayer y calificaron de "total mentira" el discurso de la empresa. "En absoluto el presidente ni en público ni en privado se ha mostrado de acuerdo nunca con las prospecciones", afirmó este lunes el comisionado del Gobierno regional para el Desarrollo del Autogobierno y las Reformas Institucionales, Fernando Ríos, que emplazó a la petrolera a elegir "la fecha y el lugar" para desarrollar un debate "público, sereno y riguroso" sobre los supuestos beneficios y perjuicios de prospectar en aguas de las Islas. En esa mesa redonda estarían representantes de la administración autonómica, colectivos medioambientales y sociales y de la empresa, que hasta ahora ha rechazado al menos dos invitaciones en el mismo sentido. "Si Repsol se ha negado reiteradamente a debatir con cualquiera que no comparta sus tesis será porque algo tendrá que esconder, algún motivo tendrá para evitar ese debate; si todo fuera transparente y limpio no tendría que tener ningún inconveniente para ese debate público", manifestó Ríos.

Cuestionado sobre las declaraciones de los responsables de Repsol sobre las escasas esperanzas de hallar petróleo en aguas del Archipiélago Paulino Rivero confesó ayer no entender tal afirmación. "Vaya negocio van a hacer si van a invertir 200 millones de euros en realizar unas prospecciones estando casi seguros de que no van a encontrar petróleo", aseguró en un acto en la capital tinerfeña. "No me voy a meter en la política de una empresa privada -continuó-, pero desde luego yo no lo haría".