La sensibilidad de Coalición Canaria y Partido Socialista Canario no es la misma a la hora de poner los despidos de empleados públicos sobre la mesa. Así lo estiman al menos los sindicatos CC OO y UGT. En días pasados trascendieron diferencias entre nacionalistas y socialistas sobre el modo en que debería encajarse el golpe presupuestario que se aprobará en Madrid. Mientras CC aboga por los despidos -hasta 4.000-, los socialistas optan por explorar antes otras vías como la de la reforma de la Administración.

En el pleno del Parlamento de Canarias de la pasada semana se aprobó una propuesta de resolución presentada conjuntamente por los dos grupos parlamentarios que sustentan al Ejecutivo canario. En ella se instaba al Gobierno regional a que a la hora de elaborar el presupuesto "se marque el mantenimiento del empleo público como una prioridad", lo que en ningún caso constituye una garantía de la inexistencia de despidos en el corto plazo. Es más, el texto continúa: "(...) de tal forma que los necesarios ajustes que se tengan que acometer en este ámbito vengan presididos por estrictos criterios de eficiencia, necesidad y finalidad".

Para el secretario de Acción Sindical de la Federación de Servicios a la Ciudadanía de CC OO-Canarias, Juan Miguel Suárez, la declaración de intenciones no aporta tranquilidad. "La habría si la voluntad política tuviera algún valor", expresó.

Por su parte, el secretario de Cohesión Social de UGT-Canarias, José Ángel Ramírez, la consideró "un pasito positivo, pero no una garantía". Lo que sí ha detectado Ramírez es que "dentro del PSC hay gente que se posiciona muy firmemente en defensa de lo público", aunque, a su juicio, de poco sirve porque "la presencia socialista no se ha notado en el Gobierno como debiera".

Coincide en el análisis con Suárez, quien asegura estar "viviendo en la práctica" el diferente modo de conducirse de una y otra formación.

Uno de los departamentos a los que peor efecto puede provocarle la tijera es el Servicio Canario de Empleo, departamento que puede perder la mitad de su plantilla por el ajuste presupuestario de Madrid. La consejera de Empleo, Margarita Ramos, se mostró dialogante con los trabajadores, cuestión que le reconocen los sindicalistas, "pero de poco vale la sensibilidad del PSC en el Gobierno", señaló Suárez.