Santa Cruz de Tenerife tiene 13.000 vecinos fantasma que son imposibles de localizar. Estos ciudadanos inscritos en el Padrón Municipal no han realizado ningún cambio de residencia, ni han pagado las facturas del agua y la luz y tampoco han solicitado un certificado de residencia en los últimos 17 años. Su eliminación del Padrón, al descubrir el Instituto Nacional de Estadística (INE) que no existen, le va a costar este año a la capital 2,3 millones de euros, el dinero que va a dejar de ingresar por esta caída de la población del Régimen Económico y Fiscal de Canarias y el Fondo Canario de Financiación Municipal.

Además de admitir este desfase, el pleno del ayuntamiento de la capital tinerfeña acordó ayer investigar por qué se produjo y si el anterior gobierno municipal, presidido por Miguel Zerolo, pudo cometer un fraude al inflar la población. El concejal de Hacienda, Alberto Bernabé, admitió ayer que existen 4.035 habitantes que figuran en las hojas padronales pero no se puede acreditar la existencia de sus documentos nacionales de identidad. A estos hay que sumar otros 6.900 de los que no se tienen ni las hojas padronales. "No podemos acreditar la existencia de estos 13.000 santacruceros", subrayó.

Las corporaciones locales envían cada año al INE el número de habitantes que tienen empadronados para que esta entidad, dependiente del Estado, configure el padrón. Según los datos que manejaba el Ayuntamiento santacrucero, la ciudad tenía registrados a 1 de enero de 2012 a 221.742. Poco después, el INE le respondía al consistorio que, según sus informes, Santa Cruz tenía 14.917 residentes menos. Esta respuesta provocó que el alcalde de la ciudad, el nacionalista José Manuel Bermúdez, encargara a los servicios jurídicos del municipio que recurrieran a la vía contenciosa para tratar de solucionar una diferencia que tachó de "errónea" e "injustificada".

A la vez que el alcalde encargaba esta tarea a los servicios jurídicos, también ordenaba que se iniciara una investigación para aclarar el baile de números. Así, desde el pasado 26 de febrero hasta la semana pasada, un grupo de funcionarios estuvo comprobando las cifras. "Los errores más relevantes que figuran en el informe que han elaborado los técnicos de Santa Cruz, aparte de las inscripciones de extranjeros no comunitarios, son las discordancias que se han detectado en los documentos nacionales de identidad", comentó Bernabé.

En cuanto a las causas, el edil rechazó la posibilidad de que se hubiera producido una emigración masiva de ciudadanos en los últimos años. "Creemos que se debe a que se produjeron graves errores en la confección del padrón de 1996 y también rechazamos la posibilidad de que las cifras se modificaran para cometer un fraude electoral", añadió.

Bernabé reconoció que el INE lleva instando al Ayuntamiento para que revise sus cifras desde 2009. "Si estos errores se hubieran solventado, no habríamos perdi-do 1.300.000 euros procedentes del REF ni los 921.000 euros que nos correspondía del Fondo Canario de Financiación Munici- pal", afirmó.