El presidente del Gobierno canario, Fernando Clavijo, ultima una remodelación del Ejecutivo que empezará desde este mismo lunes y cerrará a lo largo de agosto. Sobre la mesa del Consejo de Gobierno estará la destitución de la responsable de Turismo, Cultura y Deportes, María Teresa Lorenzo, y con ella su equipo más directo. Pero el mandatario baraja ir más allá y aprovechar la salida de la lanzaroteña -obligado tras el fiasco del pasado Festival de Música y la lluvia de críticas- para cubrir
cargos que habían quedado en el aire y reforzar áreas clave de cara al final de mandato, teniendo en cuenta la lluvia de millones que llega de Madrid a través de los Presupuestos Generales del Estado y el acuerdo para sacar el REF del sistema de financiación. Un incremento en el que la capacidad de gestión se estará mirando con lupa. Cabe en ese esquema la intención de destacar, aún más, la presencia del Gran Canaria en el organigrama del Ejecutivo regional.
Clavijo ya tiene consensuados con la dirección de CC en las distintas islas los nombres que saltarán al Gobierno. Los cambios, pues, se harán rápido y de forma poco traumática. En septiembre cualquier herida deberá estar ya cerrada y asumidas las consecuencias.
En esa negociación con el partido se ha descartado que salga también del organigrama el consejero de Presidencia, Justicia e Igualdad y secretario general de CC, José Miguel Barragán, pese a que éste ha solicitado en varias ocasiones a Clavijo su destitución para alejarse de la primera fila política. Su salida ahora, después de la ruptura de las negociaciones con el PP para alcanzar un pacto de gobierno y la negativa de los populares a firmar un acuerdo de estabilidad parlamentaria, se ve del todo inconveniente.
El Gobierno asume que, en minoría, en el curso político que arranca en septiembre deberá redoblar sus esfuerzos de diálogo y negociación permanente con los grupos políticos en la Cámara regional. Ese es también el sentido de los nuevos cargos intermedios a los que nombrará el mandatario aprovechando el estío.
Obligado es, en todo caso, buscar sustituto para el hasta el viernes viceconsejero de Acción Exterior del Gobierno de Canarias, Pedro Rodríguez Zaragoza, que cesó a petición propia para ocupar en los próximos días la dirección general del Club Deportivo Tenerife.
No se trata, pues, de un simple cambio de caras ni es, aseguran fuentes cercanas al Ejecutivo, una decisión improvisada. Clavijo ya quería refuerzos antes de la ruptura de las negociaciones con el PP para un acuerdo de gobierno y, rotos los contactos el pasado día 19, la intención del jefe del Ejecutivo sigue siendo la misma: dar un nuevo aire a su gabinete de cara a la segunda parte del mandato.
La salida de la lanzaroteña Lorenzo se barrunta desde hace tiempo como consecuencia de la polémica generada en algunos de los asuntos de su competencia, entre ellos la última edición del Festival de Música de Canarias o el limbo legal en el que se encuentra aún el alquiler vacacional, dos años después de su acceso al Ejecutivo.
Si bien es verdad que Mariate Lorenzo ha hecho en los últimos meses un esfuerzo por tratar de embridar a su equipo y mejorar sus resultados de cara a la ciudadanía, no hay marcha atrás. Más aún cuando los dirigentes lanzaroteños han optado por retirarle su confianza a tenor de la polémica que la ha envuelto. El suyo, de hecho, era uno de los departamentos que tenía previsto asumir el PP si entraba en el Gobierno. En el ámbito turístico, el compromiso de reformar el decreto que regula el alquiler vacacional, aprobado cuando finalizaba la anterior legislatura en mayo de 2015, no se ha concretado y la situación de este sector se ha ido complicando por momentos ante las decisiones judiciales.
Pero la puntilla para María Teresa Lorenzo ha sido la última edición del Festival de Música de Canarias, que dejó un agujero económico superior a los 400.000 euros y unas cifras de asistencia de público e ingresos más que discutibles y manipuladas. El cambio de modelo no ha resultado fructífero y la consejera se ha quedado prácticamente sola tanto en el seno del Gobierno como ante la oposición, lo que ha debilitado su figura política.
La remodelación abre a Clavijo la posibilidad, además, de reforzar a Gran Canaria, y no solo de cara al electorado. El representante oficial de los nacionalistas de esta isla en el Gobierno es Pablo Rodríguez Valido, vicepresidente y consejero de Obras Públicas, amén de secretario insular de la formación. Ahora se quiere aprovechar la debilidad en la que ha quedado el presidente regional del PP, Asier Antona, ante los empresarios, que han sido un apoyo tradicional de los populares, para ampliar la presencia de dirigentes grancanarios en el Gobierno a fin de estrechar lazos con los sectores económicos y empresariales.
El intento por parte del PP de asumir la Consejería de Economía, Industria, Comercio y Conocimiento, la escasa interlocución de Antona con la patronal de la provincia oriental y la ruptura abrupta de las conversaciones entre los dos partidos dejando al Ejecutivo en minoría son factores que no son bien vistos por los empresarios. La estrategia es fortalecer la interlocución desde el Gobierno autonómico con las fuerzas económicas de la Isla para consolidar la labor que ya realiza en este sentido el titular de Economía, el independiente Pedro Ortega, que procede del sector empresarial y cuyo trabajo ha sido alabado desde la patronal y las organizaciones sectoriales.
