Los votos de los diputados de Coalición Canaria (CC), Partido Socialista (PSOE) y Agrupación Socialista Gomera (ASG) en la comisión de control de la Radiotelevisión Canaria (RTVC) han servido para acreditar la idoneidad de Marta Cantero, propuesta por CC, y Carmen Zamora, propuesta por los socialistas, para cubrir las dos vacantes que desde diciembre de 2015 existen en el consejo rector del ente autonómico.

Tanto el Partido Popular (PP) como Podemos y Nueva Canarias (NC) se han abstenido en la votación y, salvo que medie un cambio de parecer hoy improbable, no apoyarán en sesión plenaria los nombramientos de las dos profesionales, lo que ralentizará la renovación del consejo, toda vez que en primera y segunda sesión son necesarios los votos favorables de 40 de los 60 diputados de la Cámara regional.

La comisión de control se convirtió, en realidad, en una extensión de la polémica que viene sucediéndose en las últimas semanas y que enfrenta a ambos bloques parlamentarios. Por un lado, CC y el PSOE, con el apoyo de ASG, juzgan necesario renovar el consejo rector de la RTVC antes de acometer cambios en la ley; por otro, Podemos, Nueva Canarias y el PP insisten en que el problema está en el presidente del consejo rector, Santiago Negrín, y en que la renovación de las vacantes, si no media el cese del presidente del órgano, no cambiará la situación.

En esta línea siguió la comisión, entre los reproches de unos y otros. De hecho, las tres fuerzas políticas contrarias a Negrín justificaron su abstención no en la falta de profesionalidad de las candidatas, sino en una pretendida voluntad de imponer de nacionalistas y socialistas, que no consultaron ni informaron de sus candidatas, aseguraron, hasta apenas horas antes.

En cualquier caso, la mayoría de la comisión ha permitido que el proceso pase ahora al Parlamento, donde en una primera sesión plenaria serían necesarios los votos favorables de 40 de los 60 diputados para que los nombramientos de Cantero y Zamora se hicieran efectivos, una cantidad a la que no llegan CC, PSOE y ASG, que suman 36 diputados. De modo que el previsible voto contrario de PP, Podemos y NC, o su abstención, ralentizará la renovación del consejo, que tendrá que ir a una segunda sesión plenaria en la que también serán necesarios los votos favorables de dos tercios de la Cámara, una sesión que ya tendría que ser en el mes siguiente a la primera votación.

De no destrabarse la situación en ese hipotético segundo pleno, para lo que sería necesario que el bloque o parte del bloque del PP, Podemos y NC reconsiderase su postura, se iría a una tercera sesión en la que los nombramientos saldrían adelante con tres quintos de la Cámara, esto es, 36 diputados, que es justamente lo que reúnen CC, PSOE y ASG. Esa sesión sería también un mes después de la anterior, lo que alargaría el proceso sobremanera.