¿ Por qué cree que se ha ido perdiendo el orgullo de ser español en muchos lugares de España?
Bueno, porque nos hemos abandonado. Llevamos cuarenta años con una Constitución que fue como un bálsamo saliendo de un momento muy complicado de la historia de España. Esa Constitución ha funcionado, hemos creado un país fantástico en estos cuarenta años, pero a la vez también nos hemos olvidado de mirarnos a nosotros mismos, lo hemos hecho cotidiano. Tenemos que volver a mirarnos a nosotros mismos. Como hemos estado en el estado del bienestar, pues todo estaba bien.
¿Qué ha pasado en Cataluña en los últimos años?
Lo que ha pasado en Cataluña es que los gobiernos catalanes sucesivos han ido trabajando de forma desleal con España y España ha mirado al otro lado por lo que fuera, porque pensaba que todo estaba bien. Cuando el motor de un coche funciona, todo está bien, el problema es cuando empieza a fallar el motor.
¿Y qué se hace cuando falla el motor?
Ahora necesitamos una refundación de nosotros mismos para recuperar ese orgullo español que tiene que seguir existiendo igual en Canarias que en Asturias, Cataluña o La Mancha. Eso es lo que tenemos que trabajar. Hay que crear una especie de Sociedad Civil Española para ir sumando las sensibilidades sociales de cada una de las comunidades españolas.
La fractura social en Cataluña se veía venir, nada se hizo nada.
No se han puesto suficientes medidas preventivas. La fractura social ha ido viniendo, no se ha producido de la noche a la mañana. Ha ido viniendo porque los gobiernos de los últimos veintipico años de la Generalitat han estado adoctrinando en las escuelas y en los colegios a los niños sobre que España era nuestro enemigo y nuestro invasor. Se ha fomentado entre los niños y los escolares que España era una cosa extraña, que además nos ha vilipendiado toda la vida.
El famoso eslogan 'España nos roba'.
Ese eslogan ha tenido una repercusión brutal en todo el mundo. Eso, unido al control que tiene el Gobierno catalán sobre los medios de comunicación de Cataluña, de forma dictatorial, ha posibilitado este ambiente. Los catalanes, desde hace veinticinco años, la única canción que están oyendo es esa. Al final han acabado sabiéndose la canción de memoria.
¿Y la situación ha explotado?
De repente ha explotado y vemos que en las familias están todos peleados: padres con hijos, cuñados, hermanos, primos? Unos están por la independencia y otros no. La sociedad está totalmente fracturada. Los catalanes nos hemos dado cuenta de que nos estamos mirando de reojo: en las bodas, en las calle, en todos los sitios. Nos miramos de reojo porque no sabemos con quién estamos hablando.
¿Y esto tiene solución?
Será difícil, pero esta sociedad fracturada tiene que volver a recuperar la convivencia, la tolerancia y la concordia entre la gente.
Los independentistas creen que con la independencia van a vivir mejor.
No van a vivir mejor. Es gente que se cree que seremos un país maravilloso, que seremos felices y comeremos perdices, pero en realidad es lo contrario. Esa es la absoluta ruina de Cataluña. No es que a largo plazo perderemos poder adquisitivo, no, lo vamos a perder de forma inmediata. Si fuéramos independientes, al mes no podríamos pagar a los funcionarios.
Así y todo, los soberanistas no renuncian a su plan.
Cuando una gente está abducida, le da igual. Hay mucha de esta que no necesita de España. Toda la población rural catalana, la de la Cataluña central, la gente de los pueblos que vive de su granja, de sus animales o de su huerto, que no sale de su casa excepto para hacer un viaje del Imserso, le da igual ser independiente porque le da igual ir de viaje del Imserso a España que a Rusia
¿Qué puede pasar si el 21-D se confirma la actual mayoría parlamentaria independentista?
Espero y deseo que no sea así y que pierdan la mayoría absoluta. En el peor de los casos, no pueden repetir lo que han hecho. No pueden volver a enfrentar a la sociedad porque han fracasado. Además, con una mayoría justa no se puede aspirar a la independencia. En el peor de los casos, el gobierno pro independentista debería dejar de presionar por la vía unilateral para empezar a hacerlo con la negociación.
