El Ejecutivo central y la dirección federal del PSOE se inhiben ante los problemas de Canarias. El desplante de Pedro Sánchez, primero, y la mirada hacia otro lado de Adriana Lastra, ayer, han levantado ampollas en diferentes partidos políticos de las Islas, que entienden que los socialistas tratan con "desprecio" y "desinterés" la agenda canaria y los asuntos que, como el repunte de la llegada de pateras, preocupan al Archipiélago.

El presidente del Gobierno estatal se desplazó a Lanzarote el pasado viernes para acudir al homenaje que el sábado se brindó a José Saramago con motivo del vigésimo aniversario de la concesión del Premio Nobel de Literatura al escritor luso. Sánchez tuvo tiempo para reunirse durante dos horas con el secretario general del PSOE en las Islas y candidato a la Presidencia del Ejecutivo regional, Ángel Víctor Torres. Sin embargo, no le hizo un hueco en su agenda a su homólogo en Canarias, Fernando Clavijo, pese a que éste había solicitado formalmente un encuentro para tratar los asuntos que más apremian al Archipiélago, como la firma de los convenios pendientes -el de carreteras, infraestructuras turísticas u obras hidráulicas- y la preocupación por el aumento de la llegada de inmigrantes ilegales, entre ellos numerosos menores, a las costas canarias.

El malestar que generó en el seno del Gobierno canario la negativa de Moncloa a este encuentro se suma a la escalada de tensión que experimenta la relación entre el Ejecutivo regional y la dirección socialista de las Islas. La portavoz del Gobierno canario, Rosa Dávila, criticó la semana pasada la reunión que Torres mantuvo con el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, al entender que el socialista canario lo que hizo fue "confundir y entorpecer" las gestiones del Ejecutivo regional. "Se tiene que dialogar gobierno a gobierno" , insistió, al tiempo que recalcó que Torres "vino como fue, sin nada".

La vicesecretaria general federal del PSOE y portavoz del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso de los Diputados, Adriana Lastra, tampoco se pronunció sobre los asuntos pendientes de la agenda canaria en la Fiesta de la Rosa que ayer se celebró en La Aldea ante numerosos dirigentes socialistas de las Islas. No lo hizo durante su intervención en el anfiteatro de Cactualdea Park ni tampoco ante los medios de comunicación a los que rechazó atender, como hizo Sánchez un día antes en Lanzarote. Lastra, que llegó acompañada de efectivos de seguridad, no fue la única que evitó las preguntas de los periodistas. Torres tampoco atendió a los medios desplazados hasta La Aldea porque Ferraz había dado indicaciones de que no se hicieran declaraciones, según apuntaron fuentes del partido.

Las reacciones de diferentes partidos políticos ante la pasividad del Estado y de la dirección federal socialista a los problemas canarios no se hicieron esperar. Mientras que Coalición Canaria (CC) de Lanzarote afirma en un comunicado que Sánchez prioriza los intereses de su partido por encima de la crisis migratoria que está viviendo la isla de los volcanes, el PP acusó a los responsables del PSOE en Canarias de boicotear las relaciones entre el Archipiélago y el Estado.

Los nacionalistas critican la actitud adoptada por Sánchez en su reciente visita a Lanzarote. Por un lado, lamentan que no reservara veinte minutos para que Clavijo y el presidente del Cabildo lanzaroteño, Pedro San Ginés, le trasladasen su preocupación por las decenas de menores inmigrantes que "se agolpan en casetas hinchables" y la necesidad de contar con unas instalaciones adecuadas. Por otro, critican que ningún alcalde de la Isla, salvo las dos regidoras socialistas, fueron invitados a los actos del vigésimo aniversario de la concesión del premio Nobel a José Saramago.

Los populares también arremetieron contra la posición adoptada por el Gobierno central y por el PSOE en las Islas. Para la secretaria regional del PP de Canarias y portavoz del partido en el Parlamento regional, Australia Navarro, "es imperdonable que el afán de protagonismo y la pretensión de algunos de hacerse un hueco, que ahora no tienen, en la política regional esté perjudicando, cuando no boicoteando directamente, las relaciones Canarias-Estado". A su juicio, "las continuas injerencias" de los responsables del socialismo canario impiden, "intencionadamente o no", la materialización de los acuerdos de la agenda canaria que ya había suscrita con el Gobierno de Mariano Rajoy.

El Partido Nacionalista Canario (PNC) propuso, por su parte, que Sánchez sea declarado "persona non grata" por negarse a mantener un encuentro con Clavijo en Lanzarote. "Es un acto de grave irrespetuosidad y de desprecio con las instituciones autonómicas", mantiene.