Los trabajadores de la empresa pública Grecasa (Gestión Recaudatoria de Canarias SA) continuarán la huelga indefinida iniciada el pasado 15 de enero. Tras la reunión con la empresa del jueves, la asamblea celebrada ayer en las sedes provinciales del sindicato CSIF -única central representativa de los empleados- el 80% de la plantilla aprobó seguir con el conflicto laboral, sin que por el momento se hayan puesto límites de tiempo a la continuidad del conflicto si la empresa no avanza en buscar soluciones concretas a los planteamientos de la representación laboral.

El enfado es patente entre el personal de Grecasa después del encuentro mantenido con el gerente y los abogados de la sociedad. Ayer se evidenció esta irritación y en la votación final sólo hubo cuatro abstenciones y un voto en contra de seguir con la huelga indefinida, aunque ésta suponga un desgaste anímico para los trabajadores y un coste económico ya que son días que no cobrarán en sus nóminas. "El cabreo ha podido con la mayoría de la asamblea, resistiremos todo lo que podamos y ahora mismo no vemos un final al conflicto si la empresa sigue en esta actitud que nos parece una tomadura de pelo", advierte la presidenta del comité de empresa, Cristina Llamas.

Así las cosas, el comité de huelga no tiene constancia aún de una nueva reunión negociadora con la dirección de la sociedad mercantil. El gerente de Grecasa, Javier Mederos, apuntó la opción de retomar las negociaciones la próxima semana después de la reunión del jueves, en la que no se consiguieron avances y los representantes de los trabajadores se levantaron de la mesa ante la falta de una propuesta concreta por parte de la empresa.

Tras más de dos semanas de paro y con servicios mínimos, la situación de Grecasa está afectando a numerosos ciudadanos que se trasladan en vano a las oficinas de atención tributaria para realizar gestiones y no son atendidos por la falta de personal. De hecho, hay contribuyentes que se quejan de que están dando números para ser atendidos sin ningún tipo de control y que, después de varias horas de espera, se quedan fuera porque los servicios mínimos no son capaces de atender la demanda existente. Este tipo de situaciones están provocando enfados y protestas de los ciudadanos en varias de las oficinas de atención que tiene Grecasa en las Islas.

Cristina Llamas advierte que el control sobre los números que se reparten para atender a los contribuyentes no es competencia del personal y debe ser la empresa la que regule esta situación para evitar los problemas que están surgiendo. Según la portavoz de los trabajadores ya hay casos de trabajadores en La Palma o Fuerteventura que han tenido que dejar su puesto de trabajo por subidas de tensión, ante la presión a la que están sometidos por la empresa y por el público. "Si la empresa no toma medidas se puede agravar este tipo de problemas y no es lo que queremos", añade.

Además de mantener el conflicto laboral, el comité de huelga trasladará a los diferentes partidos políticos que se han interesado por la problemática de Grecasa los resultados de la reunión del jueves, además de mantener informada a la ciudadanía a través de las redes sociales y los medios de comunicación.

Dos de las cuestiones en las que existen más discrepancias entre las partes es la recuperación del 5% del salario que se recortó en 2010 y que el Tribunal Constitucional restituyó en 2014 y la actualización de los trienios. En relación con el primer asunto, el comité de huelga recuerda que en una disposición adicional de la ley de presupuestos de este año se abre la vía a la negociación para recuperar los derechos retributivos perdidos. La Gerencia de Grecasa niega la retroactividad de esta medida.

En relación con la antigüedad, los trabajadores recuerdan que se puede actualizar este complemento siempre y cuando no se supere el umbral de remuneraciones establecido en la ley referentes a las empresas del sector público, que están sujetas desde hace varios años a planes de viabilidad para que no incurran en déficit y cumplan con las normas de estabilidad.