Después de cuatro años vuelve a la primera línea de la actividad pública ¿Qué le motivó a ocupar la dirección de Casa África?
Casa África está regida por un Consejo Rector cuyo presidente es el ministro de Asuntos Exteriores. José Borrell me llamó en septiembre del pasado año y me pidió que dirigiera esta institución porque el Gobierno estaba trabajando en un tercer plan estratégico para África. Borrell y yo trabajamos muchos años juntos en el Congreso y en los distintos cargos que tuvo, siempre conté con su apoyo en los asuntos canarios en los que trabajé. El ministro quería contar con una persona con la que ha trabajado y de confianza para defender las políticas del Gobierno ante África.
Cuando estuvo como delegado del Gobierno se aprobó el I Plan África ¿Qué diferencia este nuevo documento de aquel primero?
Me lo he estudiado bien en los últimos días. Juncker alertaba hace cosa de un año en el Parlamento Europeo sobre dos grandes temas africanos: los índices de natalidad y el cambio climático. Precisamente en mi libro dedicado a este tema redacté un capítulo sobre las migraciones y el cambio climático. En el III Plan África se puede destacar que hay cuatro objetivos estratégicos para dignificar la vida de los africanos: la promoción de la paz y la seguridad en la que juegan un papel importante las Fuerzas Armadas españolas desde el Sahel hasta el Cuerno de África; el fortalecimiento de las instituciones para la consolidación de la democracia y los derechos humanos; la promoción de un crecimiento económico inclusivo y generador de empleo y oportunidades para la joven población del continente, y el apoyo de una movilidad ordenada hacia Europa y dentro de África.
¿Canarias ya no vive tanto de espaldas a África?
Efectivamente, ya no vivimos de espaldas a África. En este aspecto Casa África ha realizado una labor ingente en los últimos diez años que hay poner en valor. En estos momentos hay más de 45 centros de primaria y secundaria acogidos al plan África Didáctica, nuestras universidades nunca han tenido tantos centros docentes analizando la realidad africana, desde la Fundación Puertos de Las Palmas se forma a mujeres africanas en gestión portuaria y también se desarrollan trabajos conjuntos de transporte y conectividad... Hay muchos proyectos en marcha y por desarrollar. El sentimiento de rechazo que hubo en una época se ha ido atenuando en toda Europa y también en España, con independencia del surgimiento en algunos países europeos de movimientos xenófobos, pero en la 'inteligencia' de los países de la UE se tiene muy claro que el desarrollo de Europa va en paralelo al desarrollo económico de África, eso es incuestionable, y aquella Europa que colonizó el continente es ahora distinta. Sí es cierto que la Europa actual está preocupada para evitar un nuevo proceso de colonización económica que protagonizan China y la India.
¿Casa África se ha centrado en los asuntos comerciales y económicos en estos años y ha dejado de lado otras cuestiones?
No me atrevo a calificar el pasado, ni vengo a ocupar este cargo con arrogancia. Sí que creo que los problemas sociales en determinados lugares de África se combaten con educación, cultura y fomento de la paz. Lo que no acepto es que se vea a Casa África como un simple gestor de encuentros comerciales, ese papel lo desempeñan muy bien los colectivos empresariales o las cámaras de comercio, que siempre tendrán mi apoyo. Casa África es algo más, será cada vez más ese instrumento de acercamiento y de aportación de oportunidades para España y para Europa porque África representa una gran oportunidad para ambas, entendida ésta no como colonización sino como cooperación.
La crisis ha hecho mucho daño a la cooperación al desarrollo ¿se puede remontar ahora?
Creo que sí. La cooperación no le corresponde en exclusiva al Estado sino a los poderes económicos del país, un ejemplo es Red Eléctrica que en el sector energético puede jugar un papel importante para aprovechar las energías limpias y transportar la producción. En el III Plan África se busca involucrar a todo el sector público, al sector privado y a la sociedad civil para materializar todo el potencial del continente.
Tras su experiencia como delegado del Gobierno en 2006-08 con la inmigración ¿Cómo ve la respuesta que está dando Europa en el Mediterráneo?
Hace unas semanas el Gobierno español llegó a un acuerdo con el de Marruecos que ya expliqué en mi libro sobre la inmigración irregular. Las patrulleras de la Guardia Civil que salven vidas en aguas internacionales o marroquíes están autorizadas a llevar a los inmigrantes a los puertos de ese país, antes eso no ocurría. No es la fórmula milagrosa pero evitará la pérdida de muchas vidas.
¿Cree que puede ir a más la creciente involución que hay en Europa con la inmigración?
Me preocupa inmensamente esta situación. En las neuronas dignas de los españoles está recogido el sufrimiento de los familiares que tuvieron que emigrar hace muchos años.
¿Como están gestionando este fenómeno los países emisores?
Queda mucho por hacer, no quiero ser pesimista pero llegué a acceder a informaciones de una crueldad terrible por parte de sectores policiales de algunos de esos países.
