Nuevo cambio en la dirección sanitaria del Gobierno autonómico en un momento en el que las Islas afrontan una segunda oleada en los casos de coronavirus -ayer se registraron 246 casos positivos nuevos, con los que los casos activos ascienden a 4.558-. Ante este panorama, con nuevas restricciones sociales, deportivas y culturales y el comienzo del curso pendiente de la evolución de la pandemia, el presidente canario, Ángel Víctor Torres, ha vuelto a ratificar su plena confianza en Conrado Domínguez, que será nombrado de nuevo director del Servicio Canario de Salud (SCS) en el Consejo de Gobierno que se celebra hoy en Santa Cruz de Tenerife. Tras esta designación, Domínguez se convertirá en la cuarta persona que coge las riendas del SCS en menos de año y medio de mandato del pacto de las flores, después de Blanca Méndez, Antonio Olivera y Alberto Pazos.

De esta manera, Torres vuelve a demostrar su confianza en este experto especializado en Economía de la Salud, al que ya nombró en pleno estado de alarma coordinador técnico del Comité de Gestión de Emergencia Sanitaria para coordinar la atención y combatir la propagación del Covid-19 en las Islas. Ahora, el socialista le entrega de nuevo las riendas del Servicio Canario de Salud, un cargo que ya ocupó en la anterior legislatura, cuando llegó como un fichaje independiende de manos de José Miguel Baltar, exconsejero de Sanidad del Ejecutivo cuando Coalición Canaria gobernaba en solitario,

Domínguez fue la mano derecha de Baltar -otro independiente procedente de la gestión de los hospitales privados en el que confió el expresidente Fernando Clavijo para dar una vuelta a un área tan delicada y esencial como la sanidad- hasta que la socialista tinerfeña Teresa Cruz lo cesó tras ser nombrada consejera del área y bajo su fugaz y tormentoso mandato, Blanca Méndez fue elegida por ella directora del SCS. Poco dada a hablar conlos medios de comunicación, esta funcionaria de la Administración autonómica y exsecretaria general técnica de la Consejería de Obras Públicas bajo el mandato de la socialista Ornella Chacón, pasó desapercibida y a la sombra de una Cruz que en poco tiempo protagonizó muchas polémicas.