La crisis migratoria de Canarias no pasa desapercibida para nadie. Los últimos en manifestarse al respecto han sido los obispos españoles, quienes han pedido a las autoridades “no crear guetos insulares” ante la llegada de miles de migrantes al Archipiélago “No es un problema solo canario, sino español y europeo”, apuntan los prelados en una declaración publicada ayer, tras su reunión en Asamblea Plenaria.

Los obispos de las Diócesis de Canarias y Tenerife, José Mazuelos y Bernardo Álvarez respectivamente, fueron los primeros en realizar una reflexión sobre la situación hace ya una semana.

La Conferencia Episcopal hizo pública ayer una declaración sobre la situación de los migrantes en Canarias. En ella, muestran su apoyo a las reflexiones realizadas por los obispos de las Islas. “Para un cristiano el migrante es hijo de Dios, un hermano con una vida marcada por el dolor y el sufrimiento que busca la esperanza de alcanzar una vida mejor. No podemos permanecer ajenos a su dolor ni indiferentes a la hora de valorar la extraordinaria aportación de los que llegan a nuestras sociedades envejecidas”, apunta la declaración.

Además, los prelados apuestan, al igual que el Papa Francisco, por buscar en los países de destino “el equilibrio adecuado entre la protección de los derechos de los ciudadanos y la garantía de acogida y asistencia a los migrantes”.

Tampoco obvian la complejidad de situaciones que convergen en este drama humanitario: “la injusticia del comercio internacional, el hambre, las guerras inducidas en países con riquezas mineras, los regímenes políticos dictatoriales que expolian y reprimen a su pueblo, las persecuciones políticas y religiosas, las mafias organizadas, el uso de los flujos migratorios como forma de presión política”.

Por ello, consideran que es necesaria una regulación de las migraciones, pero añaden que esta pasa por abordar sus causas para asegurar el primer derecho de un emigrante: “permanecer o regresar a su casa de manera voluntaria”. En este sentido, reclaman crear en los países de origen posibilidades concretas de vivir con dignidad y simultáneamente, en los de destino, “salvar su vida” a través de un conjunto de acciones que el Papa resume en “acoger, proteger, promover e integrar”.