El secretario del Ayuntamiento de Arona, Pedro Hernández, impidió ayer al Pleno reconocer al alcalde, José Julián Mena, como tránsfuga. El punto en el que se iba a abordar la toma en conocimiento de su declaración de no adscrito, tras su expulsión del PSOE el pasado día 17, fue retirado por el secretario. Un movimiento que ha generado dudas sobre su legalidad.

Es un nuevo episodio de la grave crisis política que atraviesa el consistorio aronero desde que Mena expulsó el pasado mes de junio a Luis García como concejal de Urbanismo después de que este denunciara a la Fiscalía presiones y coacciones a funcionarios municipales para condicionar sus decisiones urbanísticas. El cese de García partió al grupo de gobierno socialista en dos y provocó la expulsión de ambos del PSOE por no acatar la orden de entregar el acta.

Al comienzo del pleno ayer Mena avanzó que existía un informe complementario del referido funcionario, principal responsable de la supervisión legal de la actividad municipal. El propio secretario leyó el documento en el que indicó que, si bien inicialmente se había incorporado el paso del alcalde al grupo de los no adscrito en el orden del día al no constar interposición de recurso, finalmente sí recibió comunicación de la presentación de una alegación esa misma mañana por parte del mandatario contra su expulsión del PSOE.

Fuentes jurídicas consultadas sostienen que el recurso de Mena no basta para retirar su declaración de tránsfuga, sino que era necesaria la suspensión cautelar o definitiva de la expulsión por un juez.