Navarra acogerá 20 personas migrantes procedentes de Canarias durante los próximos días, mientras que otros 24, en situación de especial vulnerabilidad llegaron a Madrid el viernes. Esta es la parte de la operación de acogida que admite los focos. La otra, en la que los hechos son los mismos pero sin oficialidad, un sindicato de Policía Nacional (Jupol) denunció que en Valencia se les obliga a realizar controles a los migrantes sin una base legal y el PP en aquella comunidad criticó la falta de comunicación entre administraciones o la “tomadura de pelo” a la que Madrid somete a los valencianos.

La estrategia seguida hasta el momento por el Gobierno central ha sido la de negar la existencia de traslados de migrantes a la Península. El objetivo no declarado es el de evitar ese efecto llamada que se ha revelado perenne al margen de cualquier consideración política durante los últimos 30 años. Las condiciones de pobreza e inseguridad en los puntos de origen persisten y consolidan el muy real, este sí, efecto salida.

Por ello, una de las tácticas seguidas para ralentizar la salida de pateras y cayucos desde la costa africana es incrementar la presión en los puntos calientes, los de partida. El problema no se soluciona, pero se queda en su casa. El País publicó en su edición de ayer que el pasado martes viajó a Dajla el director general de Migración y Vigilancia de Fronteras, Jalid Zeruali, y un día después el gobernador de la región sustituyó a varios funcionarios de Migración. Además, en la misma publicación se aludía a la puesta en marcha de controles en las vías de acceso a los puntos de partida de las embarcaciones.

Mientras se producen esos movimientos fuera de España, Navarra ha sido la primera comunidad autónoma en responder positivamente al llamamiento de la Secretaría de Estado. Durante los próximos días llegarán 20 migrantes procedentes del Archipiélago. En su mayoría se trata de jóvenes de origen subsahariano que serán recibidos en el sistema de acogida y ayuda humanitaria navarro.

A Madrid llegaron el viernes 24 personas que viajaron desde Canarias en dos vuelos. Los recibió la ONG que se ha encargado de su acogida. Según las fuentes ministeriales, se trata de personas con “un altísimo grado de vulnerabilidad”, ya que algunos han sufrido persecución en su país de origen. Este tipo de personas vulnerables son las que están siendo seleccionados por la Secretaría de Estado de Migraciones, que propone el traslado a la península al Ministerio del Interior, que es el que lo autoriza.

Por su parte, fuentes policiales explicaron a Efe que una decena de inmigrantes en situación irregular fueron rechazados y no pudieron embarcar en sus vuelos por no cumplir los requisitos para poder trasladarse de comunidad autónoma previstos en las medidas contra la covid.

Esa circunstancia es la que ha generado problemas en la Comunidad Valenciana. El sindicato Jupol de la Policía Nacional denunció ayer en los juzgados un presunto delito de prevaricación del jefe superior, Jorge Zurita, tras haber ordenado controles policiales en los vuelos y barcos que llegan desde Canarias y Baleares con migrantes.

Señalan que si es por la pandemia debería aplicarse a todos los ciudadanos. Mientras, desde el PP Elena Bastidas afirmó que el Consell “no puede instalarse en la opacidad sobre la llegada de migrantes” a esa comunidad.