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Raabub Mohamed Lamin Médica y activista saharaui

"El Sáhara es la cárcel de cielo abierto más grande del mundo"

Raabub Mohamed Lamin

La doctora Raabub Mohamed Lamin Mehdi intervino esta semana en la conferencia ‘Derechos Humanos en los territorios ocupados del Sáhara Occidental’ organizada por el Cabildo de Gran Canaria. La también activista saharaui confía en que el final del conflicto llegará de la mano de la ONU. 

¿Cuál es la situación en los territorios ocupados por Marruecos en el Sáhara Occidental?

La situación es terrible, no se están respetando los derechos humanos en el Sáhara Occidental. Yo formo parte del equipo médico jurídico que ha intentado entrar en el territorio para ver a activistas encerrados allí y me lo han impedido. He sufrido agresiones por intentar entrar y ese es el pan nuestro de cada día en los territorios ocupados.

¿Han aumentado las presiones hacia el pueblo saharaui desde que terminó el alto al fuego en noviembre de 2020?

La violación de los derechos humanos en el Sáhara Occidental ha existido de toda la vida, la diferencia es que antes no salía información sobre ello y no sabíamos que pasaba. Ahora, gracias a las redes sociales, se sabe mucho más. La violación sistemática de los derechos humanos en el Sáhara ocupado se ha agravado precisamente después de que Marruecos violara el alto al fuego en noviembre de 2020. Hemos vivido una escalada de represión total. Actualmente el Sáhara Occidental ocupado es la cárcel de cielo abierto más grande del mundo.

¿Por qué decidió dedicar parte de su vida al activismo saharaui?

Soy activista desde que me di cuenta de que vivía una situación diferente. Yo participé con 10 años en el primer viaje de niños saharauis a Canarias con el proyecto Vacaciones en paz. Ahí me empecé a dar cuenta de la realidad. No entendía por qué vivía en un campamento de refugiados, no entendía por qué existía un mundo mejor y por qué no podía mi familia vivir en ese mundo. Y empecé a indagar. Poquito a poco fui entendiendo, fui buscando y averiguando el por qué de esa situación. Desde muy pequeña yo tenía claro que tenía que hacer algo para cambiar las cosas. Soy de los saharauis que siempre han luchado por una solución pacífica, a pesar de que en 30 años todavía no ha llegado.

¿Qué recuerda de esos viajes a las Islas?

Es una situación que marca muchísimo, sigo manteniendo una relación preciosa con mi familia de acogida canaria. Aquella época fue impresionante ya que fue la primera vez que vi un mundo diferente y me enteré de que en el mundo había fruta, carne o juguetes. Ha marcado mi vida porque me sirvió para darme cuenta de que algo grave pasaba con los saharauis. Dejó de parecerme normal vivir en campamentos y recibir ayuda internacional.

¿Cómo fue su experiencia en los campamentos de refugiados?

Es el lugar más inhóspito del mundo, un desierto árido. Recuerdo que no había nada, que vivíamos de la ayuda internacional. Muchas veces quería comer algo y no era posible porque no había suficiente cantidad para todos. Todo lo que tenía que ver con los estudios era muy rudimentario, inicialmente trabajábamos en la arena y luego en unas pizarras. Y fuimos mejorando poco a poco esa parte de la educación gracias a la ayuda internacional, pero es muy difícil para un niño vivir y nacer en un campamento de refugiados. No se cubren las necesidades básicas y siempre se está pendiente de lo que puede llegar de fuera. Hace falta mucha ayuda.

¿Esa es la razón por la que decidió estudiar Medicina?

Completamente. De hecho yo siempre me propuse estudiar dos cosas y las dos cosas me llevaban a lo mismo, intentar ayudar a los saharauis. Inicialmente quería hacer Periodismo para poder divulgar y contarle al mundo todo lo que pasa en el Sáhara Occidental. Pero después cambié de opinión porque di más importancia a tratar de aliviar todas las dolencias físicas y psíquicas que tenemos los saharauis como resultado del refugio prolongado que vive nuestro pueblo.

¿El hecho de ser mujer le ha complicado las cosas?

No me ha complicado las cosas. Yo nunca he sentido ninguna diferencia por el hecho de ser mujer. En mi pueblo las mujeres están en todas las luchas y tienen siempre un gran peso y una carga. El activismo siempre es una tarea difícil porque compaginar todo no es fácil para nadie, pero no pienso que ser mujer haya sido un impedimento. Cuando tú haces las cosas con ganas, convencida de lo que estás haciendo, siempre es más fácil de sobrellevar la tarea por muy difícil que sea.

¿Cree que el conflicto en el Sáhara Occidental tiene solución?

Por supuesto. La historia no acaba nunca, y como no acaba, algún día los conflictos se tienen que solucionar. No hay mal que dure para siempre, ni cuerpo que lo resista. A los saharauis les asiste la razón, por tanto creemos que la solución llegará aunque se trate de un problema muy difícil. Se ha alargado porque siempre hay un interés económico detrás de los conflictos y el Sáhara Occidental no es la excepción. Existen grandes potencias que se están beneficiando de todos los recursos y de la localización geopolítica y geoestratégica de la zona. La solución existe y está en manos de la ONU y la comunidad internacional. Llegará cuando ellos quieran presionar a Marruecos para que este respete la legalidad internacional.

¿España es responsable?

Por supuesto, quien calla otorga. España está callando, Francia está callando y la ONU está callando. No es normal que haya una violación del alto al fuego y que la ONU sea testigo y que el informe del secretario general de las Naciones Unidas sobre el Sáhara Occidental no haga mención a esto y no haya ninguna condena. Me parece una barbaridad.

¿La comunidad internacional debería ser más determinante a la hora de relacionarse con Marruecos?

Exacto. Yo no puedo relacionarme con un país que viola los derechos humanos. Ayer esto se sabía y se callaba, pero hoy nosotros le enseñamos al mundo imágenes de violaciones a mujeres saharauis, vídeos de paramilitares que están torturando física y psíquicamente a mujeres saharauis desde hace un año. Y sabiendo todo esto y teniendo pruebas, siguen sin reaccionar.

¿El pueblo canario es solidario con la causa saharaui?

A las Islas y al pueblo saharaui les une mucho. Es mucho más lo que tenemos en común que lo que nos separa. Por supuesto que el sentir del pueblo canario siempre nos ha llegado, pero esa solidaridad se tiene que traducir en decisiones políticas que sirvan para desbloquear la situación.

¿Qué valoración hace de la gestión de la crisis migratoria en Canarias?

La inmigración es una de las armas que utiliza Marruecos para callar a Europa y a España. Es importante que el Gobierno de España y la Unión Europea trabajen juntos para tener una política migratoria justa en la que se respeten los derechos humanos. Hemos visto que en la última oleada de inmigración hacia Canarias se han vulnerado muchos de estos derechos.  

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