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Ultraperiferia a ritmo europeo

El desafío de las RUP: tan cerca para Bruselas, tan lejos para Madrid

La Comisión Europea pone ‘deberes’ a los Estados y a las regiones alejadas ante el reto inaplazable del cambio de modelo económico y social

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, besa a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en la XXXVII Reunió Cercle d'Economia. DAVID ZORRAKINO - EUROPA PRESS

Nueva etapa en el contexto de Canarias en la Unión Europea y retos inaplazables si las Islas quieren llegar al año 2030 con los deberes hechos en materia de transición energética, economía sostenible y lucha contra el cambio climático. La pandemia ha roto todos los esquemas y la Comisión Europea pone sobre la mesa por dónde quiere que caminen las regiones ultraperiféricas (RUP), entre ellas Canarias, no solo para superar el impacto del Covid sino para que aceleren su transformación hacia un nuevo modelo productivo y la mejora de sus indicadores sociales y laborales.

Una de las principales novedades de la nueva estrategia de las RUP es que la Comisión ya no se limita solo a establecer sus líneas de actuación y las prioridades de trabajo, sino que también marca a los Estados afectados y a las regiones por dónde deben encaminar sus esfuerzos y las políticas para alcanzar las metas que se van desarrollando a lo largo del nuevo documento.

Otro aspecto novedoso es la dimensión social y humana que establece la Comisión en la estrategia. Frente a etapas anteriores, se pone especial énfasis en la necesidad de reducir las brechas de pobreza y exclusión social que definen a las regiones alejadas del continente. Bruselas insta a España, Francia y Portugal a mejorar el acceso a la vivienda, el agua, la sanidad, el transporte, la educación y la formación, en coordinación con las ayudas provenientes de las diferentes líneas de financiación de los fondos europeos, pero también con respaldo técnico a través de diferentes soportes que se han puesto en marcha para facilitar el acceso a los reglamentos y disposiciones comunitarias, además de tramitar las peticiones y las ayudas existentes.

Las regiones alejadas son la cara y la cruz de la UE. Como debilidades se enfrentan a muchas limitaciones para su desarrollo como la lejanía, la insularidad, el pequeño tamaño, la vulnerabilidad al cambio climático y la dependencia económica de unos pocos sectores. A estos problemas estructurales se añaden los efectos de la pandemia del Covid, que ha golpeado las economías de las RUP con especial dureza. Como fortalezas, estas regiones ofrecen ventajas a Europa: población joven, amplias zonas económicas marítimas, una biodiversidad única, fuentes variadas de energías renovables, ubicación y clima adecuados para las ciencias espaciales y la astrofísica, infraestructuras idóneas para este tipo de actividades y la proximidad a otros territorios y continentes. Este último hecho es puesto en valor por Bruselas: «Estas regiones son puestos de avanzada de la UE con un potencial sin explotar para llegar a los países y territorios circundantes. Contribuyen a hacer de la UE un actor global».

«Es un buen momento para mantener lo que ya recibimos por nuestra condición de ultraperiferia de Europa, pero también para poner en valor todo lo que podemos aportar y que nos diferencia del resto de territorios de la UE. Es hora de que no solo recibamos sino de que también aportemos», reflexiona Lucas Pérez Martín, profesor de Derecho Internacional Privado de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) y secretario del Movimiento Europeo en Canarias y vicepresidente a nivel nacional. Pérez Martín participó activamente en la consulta pública que puso en marcha la Comisión Europea para elaborar la estrategia a través de Campus RUP, una iniciativa de las universidades de las regiones ultraperiféricas para crear una universidad de ultramar en el marco del Espacio Europeo de Educación Superior.

Lucas Pérez echa de menos más énfasis en la nueva estrategia en aquellos aspectos de fomento de la investigación y la ciencia en los jóvenes, uno de los sectores de la población más afectados por la crisis y que en Canarias incide negativamente en el incremento de ninis y en el elevado paro juvenil. «Necesitamos potenciar la formación de calidad, que los jóvenes alcancen cotas educativas más altas y que sean más competitivos cuando acceden al mercado laboral, Europa tiene que poner más medios en esta línea pero también los Estados y los gobiernos de las regiones», añade el experto en Derecho comunitario.

A las puertas del Día de Europa - 9 de mayo- Bruselas busca relanzar su papel y ser más visible entre la población de las regiones ultraperiféricas, con medidas que mejoren los indicadores sociales y laborales y que transformen la economía de las Islas

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Europa pone blanco sobre negro y avisa que se entra en años que serán claves para definir el cambio de modelo económico tantos años aplazado y mejorar de forma ostensible los indicadores sociales y laborales. Para Lucas Pérez «el Posei o el Régimen Económico y Fiscal (REF) son piezas fundamentales que se tienen que mantener para compensar nuestras debilidades condicionadas por la lejanía y la insularidad, pero también necesitamos que se fomenten esas otras potencialidades espaciales, marítimas, científicas, energéticas o ecológicas que nos ponen en valor y nos diferencian del resto de territorios europeos. Ahora empieza el trabajo duro».

A las puertas del Día de Europa –que se conmemora mañana 9 de mayo– la Comisión intenta relanzar su papel en las regiones más alejadas del continente y ser más visible entre la población de estas regiones debido a la desafección existente en algunas de ellas. Sin ir más lejos en las regiones de ultramar francesas el voto mayoritario de la segunda vuelta en las recientes elecciones presidenciales fue para Marine Le Pen, mientras que en la primera vuelta el más votado fue Jean-Luc Mélenchon. La llegada del equipo que dirige la Comisión Europea, encabezado por Ursula von der Leyen, rediseñó algunas de las principales prioridades del mandato anterior y puso en marcha el Pilar Europeo de Derechos Sociales a raíz de los estragos provocados por la pandemia.

Este programa se menciona en varias ocasiones a lo largo de la nueva estrategia para las regiones alejadas, con el fin de intensificar en ellas las políticas tuteladas desde Bruselas para reducir los índices de pobreza, exclusión social, desempleo, abandono escolar, falta de vivienda, dificultades en el acceso al agua potable, asistencia sanitaria, pobreza energética y acceso a internet. Y aquí la Comisión reclama medidas y garantías a los Estados y a los gobiernos de estas regiones para que apliquen el Pilar Europeo de Derechos Sociales y reduzcan la vulnerabilidad social de los grupos más afectados por el impacto de la crisis.

Europa exige transformación R. Acosta

«Poner a las personas en primer lugar» es la primera línea de actuación que define el documento y en este marco la Comisión hace mención especial a los jóvenes, tanto en el ámbito de la educación como en el del empleo. Este año se celebra el Año Europeo de la Juventud y con tal motivo Bruselas ha puesto en marcha varias iniciativas dirigidas preferentemente a los jóvenes de las regiones ultraperiféricas. En esta línea figura un plan específico de subvenciones dotado con un millón de euros para fomentar proyectos a nivel local, con especial atención a la igualdad y la inclusión social. El profesor Lucas Pérez espera que estas intenciones se hagan realidad ya que, por ejemplo, el proyecto Campus RUP no ha recibido aún financiación comunitaria pese a que se ha solicitado: «la Comisión tiene que ser un poco más sensible con la investigación y los proyectos de los jóvenes que se forman en las universidades», añade.

Junto a la dimensión social de la nueva estrategia que impulsa Bruselas, se concretan las principales líneas por las que debe caminar Canarias y el resto de regiones para diversificar la actividad económica, potenciar sus «activos» y transformarse en una economía sostenible basada en una transición verde y digital. Y aquí ya no hay vuelta atrás, por lo que los próximos años serán decisivos para cumplir las líneas que marca la Comisión y que suponen un viraje que estará dirigido por Bruselas pero en el que los gobiernos de los Estados afectados y los ejecutivos de las regiones tendrán que poner de su parte, tal y como les impone la Comisión a lo largo del documento.

La parte empresarial juega un papel clave en la transformación económica que pretende la Comisión Europea. El presidente de la Confederación Canaria de Empresarios (CCE), Agustín Manrique de Lara, considera que Canarias no solo está más preparada que el resto de las regiones para afrontar este reto, sino que debe liderar este proceso. «Los empresarios canarios están en permanente evolución y mentalizados, la transformación es un proceso continuo en la economía, no es un salto sino una evolución», explica el dirigente empresarial.

«Las regiones ultraperiféricas tienen un compromiso con la UE de ser la puerta de Europa en territorios limítrofes, trasladarles los valores europeos y desarrollarlos para así poner límites a los flujos migratorios», indica Manrique. Pero la UE también tiene sus compromisos con las RUP a través de la financiación específica y los incentivos fiscales que autoriza la Comisión en estas regiones.

Manrique de Lara le da un plus de responsabilidad a Canarias en esta transformación que busca la UE por estar más avanzada en algunos de los parámetros e indicadores, tanto desde el punto de vista económico como social. El presidente de la patronal de Las Palmas mantiene que los gobiernos de España han estado «flojos» en la defensa de los compromisos RUP frente a los gobiernos de Francia y Portugal, por lo que el Gobierno de Canarias tiene que jugar su papel de presión sobre el Estado, aunque también la Comisión le pone deberes al Ejecutivo español para que adapte sus políticas a las singularidades del Archipiélago e impulse, junto a Bruselas y al Gobierno canario, los cambios que precisa la economía de las Islas.

Manrique está totalmente convencido de que Canarias y sus empresas seguirán siendo punta de lanza en la presentación de proyectos en la línea de lo que marca la UE, otra cosa es que se cumpla con la financiación comprometida por los poderes públicos. «Las líneas de actuación marcadas para las RUP es común a otros territorios de la Unión pero aquí tienen un respaldo diferencial por las especificidades canarias. Las nuevas líneas no suponen cierre de negocios y la apertura de otros sino de hacer evolucionar la actividad económica empresarial vigente y adaptarla a las nuevas líneas; el sector empresarial canario ha demostrado músculo, capacidad y creatividad», añade. «Se trata de un proceso continuo de transformación de la economía», termina el dirigente empresarial.

Dar prioridad a las personas, aprovechar los activos únicos de cada región y apoyar una transformación económica sostenible son los principales vectores sobre los que se desarrolla la nueva estrategia europea para las regiones alejadas. Pero también se le da especial importancia al refuerzo de la cooperación regional de los territorios alejados con los países y continentes vecinos. «Debido a su ubicación, las regiones ultraperiféricas representan activos únicos para las relaciones exteriores de la UE y para la proyección de nuestros intereses y valores. Hacen que la UE sea un verdadero actor mundial. En consonancia con la estrategia Global Gateway, la cooperación con los países y territorios vecinos también es esencial para el desarrollo económico y la integración regional de estas regiones», expone el documento.

En materia de migración, Bruselas advierte sobre la fuerte presión migratoria que soportan regiones como Canarias, la Guayana francesa, Mayotte y San Martín. Por eso la Comisión reclama «medidas adaptadas» para gestionar los retos específicos que supone esta situación, con especial atención a los menores no acompañados.

En sus conclusiones la Comisión Europea subraya su «compromiso inquebrantable» con el desarrollo de las regiones ultraperiféricas. Eso sí, ante todo se requiere que cada región «desarrolle su propia visión de la recuperación y el crecimiento», cada una con sus singularidades y con el respaldo del Estado al que pertenecen. La recuperación sostenible que promueve la UE requiere de voluntad política, reformas y capacidad administrativa y ahí la Comisión estará vigilante para que se cumplan los objetivos.

Tratado de Lisboa. La Comisión Europea recuerda que el artículo 349 del Tratado de Lisboa le obliga con las RUP, pero también es una necesidad y una inversión geoestratégica

‘Next Generation’. Las regiones ultraperiféricas reciben de los fondos europeos ‘Next Generation’ 2.672 millones para la recuperación postcovid

PIB. En Canarias entre 2010 y 2020 el PIB comparado con la media de la UE disminuyó del 83 al 62%, según Eurostat, una caída de 21 puntos

Periodo decisivo. La nueva estrategia de las RUP abarca el periodo del marco financiero plurianual hasta 2027. Son años decisivos para la transformación que promueve la UE 

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