Canarias se juega esta semana en Estrasburgo y en septiembre en Bruselas buena parte de su futuro. Porque no habrá futuro, ha llegado a reconocer el presidente Ángel Víctor Torres, si el ambicioso plan de la Comisión Europea (CE) para la descarbonización del Viejo Continente se aplica en las Islas en sus actuales términos. El Objetivo 55, bautizado así porque es el que recopila las medidas para lograr que las emisiones de dióxido de carbono estén en 2030 un 55% por debajo de las registradas en 1990, incluye dos misiles a la línea de flotación de la economía regional: la reforma del Régimen de comercio de derechos de emisión y la tasa o impuesto verde. Es esa primera cuestión, y no la tasa verde, la que se verá hoy y votará mañana en la Eurocámara. Y pese a la confusión y a que el problema mayor es el impuesto y no tanto el sistema de derechos de emisión –el ETS–, es también importante que el Archipiélago, o más bien las conexiones con el Archipiélago, se mantenga fuera del ETS.

La aviación comercial está sometida al ETS desde el año pasado, y de hecho es el único medio de transporte incluido. En este sistema se establecen unos pagos a modo de compensaciones en función del mayor o menor volumen de emisiones contaminantes de las aerolíneas en los vuelos intracomunitarios. La reforma planteada por la CE pretende restringir los derechos de emisión que salen al mercado –las compañías pueden comprar y vender estos títulos en función de sus necesidades– y la progresiva supresión de los derechos gratuitos bajo determinadas condiciones. Las compañías aéreas sufrirían mayores costes y se correría así el riesgo de encarecimiento de los billetes.

Hasta el momento, los vuelos con Canarias están excluidos del ETS por su condición de RUP, una exclusión que hay que mantener en la reforma que se vota mañana en Estrasburgo –sede del Parlamento comunitario– y que está más cerca tras el compromiso arrancado por Juan Fernando López Aguilar a tres de los eurogrupos. Hay que aclarar que son siete los grupos en el Legislativo comunitario y que el exministro de Justicia abordó con todos la problemática. Sin embargo, las enmiendas de López Aguilar en favor de las RUP no cuentan con el apoyo de los siete grupos, es decir, no tienen «el compromiso de siete grupos políticos», tal como afirmó el Gobierno regional, sino el de tres. Tres, eso sí, que aseguran la mayoría siempre que sus diputados sigan la línea de voto. Se trata de los democristianos del Partido Popular Europeo, de los liberales de Renew y de los Socialistas y Demócratas. Las enmiendas del eurodiputado canario son también importantes porque plantean la excepción del transporte marítimo, que la CE también quiere someter al ETS, lo que encarecería la importación de mercancías.

Pero cosa distinta es la tasa verde, en la que la última palabra es del Consejo Europeo y que no se verá en Bruselas hasta septiembre. Es el mayor de los problemas para el turismo y la movilidad de los canarios y exige la implicación de España para lograr la exención fiscal, toda vez que el Consejo lo integran los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete.