Casa África y Acnur celebran de la mano el Día Mundial del Refugiado acercando los testimonios de solicitantes de asilo y refugiados africanos en Canarias. Acnur, la Agencia de la ONU para los Refugiados, protege a las personas que se ven obligadas a huir de sus hogares a causa de los conflictos y la persecución. Trabaja en más de 130 países, protegiendo a millones de personas, respondiendo con apoyo para salvar vidas, salvaguardando los derechos humanos fundamentales y ayudándoles a construir un futuro mejor.

Moussa Berthe, refugiado maliense de 27 años, relató cómo huyó de la guerra en su país y tras un año buscándose la vida en Argelia, nueve meses tratando de llegar a España desde el norte de Marruecos y otros dos años en Dajla, decidió arriesgar su vida para llegar a Canarias a través de la mortífera ruta atlántica de la inmigración para lograr su sueño de establecerse en lugar seguro. Salió desde El Aaiún en enero de 2020 gracias a que un amigo me pagó el viaje. "Después de dos días en el mar, llegué a Fuerteventura junto a otras 64 personas. Tardé más de un año y medio en conseguir la resolución de asilo. Ahora trabajo en la construcción y soy feliz en Gran Canaria. Solo quería vivir tranquilo y aquí lo he conseguido", señaló el joven maliense.

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Casa África y Acnur conmemoran el Día Mundial del Refugiado LA PROVINCIA / DLP

El año pasado 5.495 personas formalizaron su solicitud de protección internacional en Canarias -3.302 en la provincia de Santa Cruz de Tenerife y 2.193 en Las Palmas-, un 37,9% más de las que gestionó en 2020. Esta cifra supone el 8,4% de los expedientes que se tramitaron en España a lo largo de 2021, según se desprende del Informe CEAR 20211: Las personas refugiadas en España y en Europa.

España recibió 65.404 solicitudes de asilo en 2021 -un 26,6% menos que el año anterior- y Canarias es la cuarta comunidad autónoma que registró más peticiones, solo por detrás de Madrid, Cataluña y Andalucía. El 10,5% de los expedientes que gestionó resultaron favorables, lo que supone el doble que en 2020. Sin embargo, la cifra todavía está muy lejos de la media europea, que se sitúa en el 35%.