Nada pone freno a la mortalidad de la ruta migratoria atlántica que une la costa africana con Canarias. Al menos 312 personas murieron o desaparecieron en aguas del océano tratando de alcanzar Europa a través del Archipiélago en los seis primeros meses del año, según los datos registrados por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Esto supone que cada 13 horas pereció una persona en su intento por buscar un futuro mejor lejos de su familia y de su casa. El programa Missing Migrants (Migrantes desaparecidos) de esta agencia de Naciones Unidas contabiliza entre los fallecidos a 15 menores y 30 mujeres. En todas las rutas migratorias del mundo han muerto en lo que va de año 2.324 personas, con lo que uno de cada ocho migrantes que fallecieron en ruta lo hicieron rumbo a las Islas.
Hasta el 30 de junio, habían llegado a Canarias 8.741 migrantes a bordo de pateras, cayucos y neumáticas, según el último balance quincenal del Ministerio del Interior. A pesar de que las llegadas irregulares de migrantes se incrementaron un 25,7% con respecto al mismo periodo del año anterior, el número de defunciones se redujo un 36%.
"A pesar de que las llegadas irregulares de migrantes se incrementaron un 25,7% con respecto al mismo periodo del año anterior, el número de defunciones se redujo un 36%"
El mes más mortífero fue mayo, con 86 muertes. Uno de los días más negros fue el 5 de mayo, cuando una patera naufragó cerca de la costa de Cabo Bojador, en el Sáhara Occidental. En este accidente fallecieron siete personas, 37 permanecen desaparecidas y otras 12 sobrevivieron. El incidente registrado más cerca de la costa canaria tuvo lugar el 2 de febrero, a solo 35 kilómetros del sur de Fuerteventura. Según la OIM, falleció una personas, desaparecieron 16 y sobrevivieron 41.
Naufragios silenciosos
Las defunciones registradas por la agencia de la ONU en la ruta canaria suponen cerca del 72% de todas las confirmadas en África, sin contar con las que se produjeron en las rutas hacia Europa a través del Mediterráneo, que tienen su propia estadística. En el Mediterráneo, la OIM registró 957 muertes o desapariciones en el primer semestre, un periodo en el que lograron cruzar a Europa por esa vía 47.937 personas -4.816 por el estrecho de Gibraltar y el mar de Alborán, 25.164 desde Libia y Túnez y 17.957 por el Egeo-, de acuerdo con los datos publicados por la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex). Así, en la ruta atlántica fallece uno de cada 28 migrantes que se juega la vida a bordo de una embarcación precaria, mientras que el promedio de la ruta mediterránea es de un muerto por cada 50 migrantes que llega a tierra o es rescatado en la travesía.
"Muere un migrante por cada 28 que alcanzan la costa canaria o son rescatados"
A los datos oficiales de la OIM hay que sumar las defunciones producidas en los naufragios silenciosos, ya que su recuento solo incluye los pocos casos en los que se recupera el cadáver y aquellos en los que, aunque el cuerpo se quedara en el mar, hay testimonios de los supervivientes. Por este motivo, los recuentos de las oenegés suele ser mucho más elevado. Caminando Fronteras, tomando como referencia los avisos facilitados por las familias de que quienes un día salieron hacia Canarias, sin que nunca se volviera a saber de ellos, cifra en 176 el número de personas muertas en el Atlántico en el primer semestre del año, a las que suma otras 3.840 desaparecidas. Según estos datos, el océano se ‘traga’ aproximadamente a uno de cada tres migrantes que trata de llegar a las Islas.
En 2017, la ruta canaria aportó un único fallecido a la lista de migrantes muertos en camino que publica Missing Migrants. Desde entonces, las muertes en esta ruta no han dejado de crecer: 43 en 2018, 202 en 2019, 877 en 2020 y 1.109 el año pasado. En 2021, de cada cinco muertes de migrantes en ruta registradas por la OIM en todo el mundo, una se produjo en una patera rumbo a Canarias.
