El veterano dirigente del PSOE y exvicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, dijo esta semana en la capital grancanaria que las primarias «potencian el cesarismo en los partidos» y no las ve tan democráticas como dicen. De hecho siempre se ha mostrado contrario a este proceso desde que lo instauró su partido hace 25 años. Ahora que se acerca un año eminentemente electoral los partidos canarios está definiendo ya sus candidaturas de cara a la cita con las urnas de mayo de 2023, pero la efervescencia de primarias de otras épocas ha bajado de forma considerable y ya no son tantos dirigentes y partidos los que se arriesgan a este tipo de procesos internos.
Las primarias socialistas en La Palma acabaron en empate y con dos bandos enfrentados
Un ejemplo elocuente es el PSOE. De las pugnas de anteriores convocatorias, con varios dirigentes midiéndose ante los militantes para ser designados al frente del partido o como candidatos electorales, se ha pasado a un escenario en el que prácticamente no ha habido primarias y allí donde se han celebrado, como es el caso de La Palma, se evidencia la división interna existente en la formación socialista palmera y un inédito empate entre los dos candidatos que se presentaron para elegir al cabeza de lista al Cabildo. Los resultados en la isla bonita aún escuecen en el partido.
La dirección regional que encabeza el también presidente Ángel Víctor Torres se ha esforzado lo indecible en demostrar que hay unidad interna en el partido. Por ello evitó las primarias en Gran Canaria, donde se avecinaba una pugna entre Sebastián Franquis y Augusto Hidalgo, y también se pretende lo mismo en el Ayuntamiento de la capital grancanaria, aplazando a diciembre la designación del candidato o candidata a la Alcaldía para que Ferraz decida si finalmente Carolina Darias es la elegida. Si la ministra de Sanidad concurre a los comicios de mayo no habrá primarias, que es lo que en el fondo persigue la formación en las Islas. En el caso del Ayuntamiento de la capital tinerfeña la exalcaldesa, Patricia Hernández, no ha tenido rivales para volver a liderar la candidatura a la Corporación.
El PSOE, que siempre se ha presentado como adalid de las primarias, vivió momentos convulsos debido a este tipo de procesos, tanto para elegir a los cargos orgánicos como las candidaturas a las elecciones. La actual dirección ha hecho todo lo posible por evitar repetir este tipo de imágenes de cara a una cita electoral en la que los socialistas se ven ganadores y nada mejor que ofrecer unidad y cohesión interna.
El PP canario no ha querido tampoco volver a repetir la experiencia de las primarias de 2017. Tras los años de estabilidad y paz interna de José Manuel Soria el partido implosionó con nada menos que cuatro aspirantes a presidir el partido –Asier Antona, Cristina Tavío, Enrique Hernández Bento y Juan José Cardona– lo que provocó serias diferencias internas, acusaciones de irregularidades y de poca transparencia. La cuerda se tensó tanto que Tavío y Cardona terminaron por abandonar la actividad política y Hernández Bento se fue del PP. Tampoco el liderazgo de Antona salió fortalecido del proceso y se vio obligado a dejar la presidencia del PP dos años después tras las elecciones autonómicas de 2019.
La dirección nacional de Génova forzó la salida de Australia Navarro e impuso a Manuel Domínguez y el sector crítico del PP que amenazó con presentar una candidatura alternativa nunca lo hizo. Los principales aspirantes están prácticamente definidos sin necesidad de ir a la votación de los militantes y la gran incógnita de los populares canarios sigue siendo el Ayuntamiento de la capital grancanaria, con varios nombres sobre la mesa pero sin que haya aún una decisión definitiva por parte de la dirección del partido, que deberá tener el plácet de Génova.
Podemos mantiene la consulta telemática a sus inscritos para elegir a los candidatos
La apuesta de CC
Mientras los dos grandes partidos nacionales en Canarias driblan como pueden las primarias, otras partidos se han apuntado a este proceso para sacar pecho y demostrar que la vida interna está activa con la participación de los afiliados. Es el caso de Coalición Canaria (CC) que, en el caso de Gran Canaria, se ha lanzado a consultar a los militantes sobre sus candidatos. Si la candidatura de Fernando Clavijo a la Presidencia del Gobierno fue por aclamación de los órganos del partido, el líder nacionalista en Gran Canaria, Pablo Rodríguez, ha preferido consultas a las bases pese a ser el único aspirante que presentó los avales para liderar la lista de CC al Parlamento por la Isla.
Pablo Rodríguez se sometió ayer en las urnas al examen de los afiliados de su organización, en un proceso interno en el que volvieron a depositar su confianza para que encabece de nuevo la candidatura al Parlamento de Canarias por la isla de Gran Canaria. Tras la votación y el recuento oficial por parte de la organización, Rodríguez Valido ha contado con el respaldo del 99,74% de los votos emitidos, 396 de 397 afiliados que votaron.
El también secretario insular de CC de Gran Canaria puntualizó que esto no es «un apoyo personal» sino que denota «el ánimo de las bases» en relación a la organización y a todo el trabajo que se ha desarrollado a lo largo de los últimos años, «al equipo que me acompaña en el Parlamento y en la organización», dijo. El líder de los nacionalistas aseguró: «Asumo esta responsabilidad con más ganas, más fuerza y más convicción que nunca, tras los años que nos ha tocado vivir con un gobierno del PSOE sumiso a Madrid, que ha hecho más evidente la necesidad de que CC esté en las instituciones».
Pero el verdadero reto al que se enfrenta CC es la votación que tendrá lugar la próxima semana en el que sí se medirán dos candidatas que aspiran al Cabildo grancanaria. Por un lado la aspirante del aparato del partido, María Fernández, y, por otro, la dirigente de CC en Telde Gloria Cabrera, actual consejera insular. Fernández es diputada nacional desde que Pedro Quevedo le traspasó el escaño por el acuerdo electoral entre CC y NC y ahora se postula para la Corporación insular. Enfrente tiene a una dirigente que viene avalada por los nacionalistas de Telde, uno de los municipios donde cuenta con más fuerza. Será una cita donde se medirá realmente el respaldo de cada una pero, a la vez, de trasfondo también la fuerza de la dirección.
Podemos también se encuentra inmerso en pleno proceso de primarias para elegir a sus cabezas de lista de cara a las elecciones de mayo. La formación morada no ha querido renunciar a este proceso entre sus simpatizantes e inscritos, aunque con la particularidad de que la votación no es en urna como en los partidos mayoritarios sino de forma telemática a los distintos candidatos que concurren a las diferentes instituciones. La formación morada mantiene su sistema de listas abiertas para que los militantes ejerzan su derecho al voto entre los diferentes aspirantes que se presentan. En la primera semana de noviembre se conocerá la culminación de un proceso que tiene diferencias con el resto de primarias.
El debate sobre si las primarias son un sistema más o menos democrático o si realmente las bases de los partidos eligen al candidato o candidata más capacitado se ha evidenciado en toda su crudeza en el Reino Unido. La hasta ahora primera ministra, Liz Truss, fue elegida por las bases del Partido Conservador británico en contra de la opinión de los dirigentes y diputados, por lo que le hicieron la vida imposible desde que inició su mandato. Esta diferencia de criterio entre lo que prefieren los cuadros del partido y lo que finalmente eligen los militantes supuso también la llegada del actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al liderazgo del PSOE.
