El Ejecutivo prevé 13.500 trabajadores más y 8.300 parados menos en Canarias en 2024

Canarias creará el próximo año 13.500 puestos de trabajo. Y el número de parados se reducirá en 8.300 personas. Cifras que pueden calificarse de notables si se tiene en cuenta que la ocupación está en máximos históricos y que el Archipiélago cerró el tercer trimestre de 2023 con la menor cantidad de desempleados en igual período desde 2008. La menor en 15 años. Esas son las dos grandes previsiones laborales que los técnicos de la Consejería de Economía trasladaron a sus colegas del departamento de Hacienda para la elaboración del proyecto de presupuestos de la Comunidad Autónoma para 2024. Un informe económico-financiero que debe incorporarse cada año al proyecto presupuestario y que de hecho le sirve de base. Pues bien, de cumplirse la proyección del Ejecutivo, las Islas superarán el próximo año, y por primera vez en la historia, el millón de ocupados. La friolera de 100.000 trabajadores más que en 2019, el último ejercicio antes de la doble crisis de la covid y el disparate de los precios.

El informe económico-financiero que acompaña cada nueva ley de presupuestos ha de anticiparse a tres posibles escenarios: uno optimista, uno pesimista y uno central, que es el más plausible para los técnicos y el que en principio se considera en las cuentas públicas. En lo relativo al empleo –empleo en los términos de la Encuesta de Población Activa (EPA), que es la que está homologada por la Unión Europea y, por tanto, libre del maquillaje y las omisiones del gobierno de turno–, los técnicos del área de Economía prevén que la ocupación se incremente en 2024 en porcentajes que oscilan entre el 2,6% del escenario optimista y el 0,1% del contexto pesimista. Es decir, que en el mejor de los casos se crearán alrededor de 26.000 empleos y en el peor, en torno a un millar. Así que se evitaría la destrucción de puestos de trabajo –en términos netos– incluso en las condiciones más desfavorables a los intereses del Archipiélago, esas en que se agravaría la crisis en Alemania y Reino Unido, con la consecuente pérdida de turistas; se perpetuaría la alta inflación; se volverían a encarecer las materias primas; y se alargarían las guerras en Ucrania y la Franja de Gaza. Sin embargo, lo más probable es que ni todo sea tan negro como en el peor de los escenarios ni tan rosa como en el más positivo. En el escenario central, el «más factible», la subida del empleo se quedaría en un nada despreciable 1,4%, lo que se traduciría en 13.500 nuevos trabajadores y, por tanto, en más de un millón de ocupados –unos 8.000 ocupados por encima del millón–.

Previsiones sobre el paro

En cuanto al paro, en la Viceconsejería de Economía e Internacionalización calculan que lo más probable es que se reduzca en las susodichas 8.300 personas, lo que dejará o dejaría la tasa de desempleo en el 15%. No obstante, el número de parados disminuiría en casi 16.000 de darse el mejor de los tres escenarios previstos, en el que la tasa de desempleo caería al 14,2%. En el contexto pesimista, la tasa de paro sería en 2024 del 15,9%, siete décimas por encima del actual 15,2% y dos centésimas más que el 15,88% que arroja la media de los tres primeros trimestres de este año. Con todo, lo que más llama la atención es que ni siquiera en el escenario más positivo, ese en el que la tasa de desempleo bajaría al 14,2%, se lograría volver a las cifras de antes de octubre de 2007, aquel ya lejano mes en el que estalló la crisis de las hipotecas subprime o basura en los Estados Unidos y comenzó así la Gran Recesión de 2008-2014. Entonces la tasa de paro estaba en las Islas por debajo del 11%.

Eso en cuanto al mercado laboral, que en el escenario central se vería ralentizado por la «moderación de la actividad económica» –a su vez amortiguada por el extraordinario incremento de la mano de obra desde el fin de la pandemia–. Respecto del Producto Interior Bruto (PIB), los técnicos de la Consejería de Economía prevén un crecimiento del 2% en 2024 como lo más probable; de hasta un 2,8% en el contexto optimista; y de solo un 1,1% en el pesimista. En el escenario más plausible, el PIB crecería un 1,7% en 2025 y un 0,9 en 2026.

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