La Hacienda canaria engorda sus arcas con un nuevo récord de recaudación

La Hacienda canaria llenó el año pasado sus arcas hasta niveles desconocidos. La recaudación tributaria superó en 2023 los 3.400 millones de euros y pulverizó así el récord que se había establecido solo un año antes, en 2022, cuando los ingresos impositivos de la Comunidad Autónoma rebasaron por primera vez los 3.000 millones. Detrás de esta nueva plusmarca está el Impuesto General Indirecto Canario (IGIC), el principal tributo del singular régimen fiscal del Archipiélago y la principal fuente de ingresos de la Administración autonómica. El IGIC rompió en 2023, también por vez primera, la barrera de los 2.000 millones de euros, con lo que encadena así dos ejercicios seguidos de máximos históricos. Dos récords consecutivos que alimentarán la discusión partidista sobre la política tributaria del Gobierno regional, que ha pospuesto la rebaja del tipo general del IGIC hasta tener garantías de que no afectará a la calidad de los servicios públicos tras encontrarse –justifican– una situación económica y financiera peor de la esperada. Una decisión en la que los partidos de la oposición ven un «flagrante fraude electoral» por cuanto la bajada del impuesto fue un anuncio del PP y Coalición Canaria durante la campaña. Pero más allá de la controversia política, lo cierto es que las arcas públicas están repletas. Rebosantes. Sobre todo por un IGIC que dejó 2.135,4 millones de euros y que engordó un 13% respecto de la recaudación de 2022.

El IGIC está un 35% por encima de las cifras de 2019, más del doble de lo que se ha incrementado el IPC

El último informe de la Agencia Tributaria Canaria, el de diciembre del año pasado, muestra que el particular fisco del Archipiélago recaudó en 2023 un total de 3.434,4 millones de euros. Se incluyen ahí los ingresos por los impuestos propios, por los cedidos por el Estado y por los del Bloque de Financiación Canario o bloque del REF. Los tributos propios y cedidos –Sucesiones y Donaciones, Transmisiones Intervivos, Actos Jurídicos Documentados, Derivados del Petróleo, Labores del Tabaco...– le reportaron a la Hacienda isleña 998,7 millones. Es un 3,7% más que en 2022. Nunca se estuvo tan cerca de los mil millones de euros en impuestos propios y cedidos. Con todo, la parte mayor de la recaudación es la correspondiente al bloque del Régimen Económico y Fiscal (REF).

Los tributos del singular fuero autonómico –el Arbitrio sobre Importaciones y Entregas de Mercancías (AIEM), el Impuesto de Matriculación y por supuesto el IGIC, amén de los recargos, sanciones e intereses– alcanzaron el pasado ejercicio la friolera de 2.435,7 millones. Un importe un 13,1% superior al de 2022 y hasta un 39% por encima de lo ingresado en 2019, el último año antes de la doble crisis de la covid y la inflación. Por cada cien euros que se recaudaban en 2019 gracias a los tributos del REF, hoy se recaudan 139. Para hacerse una idea de la magnitud de este incremento basta con apuntar que el Índice de Precios de Consumo (IPC) aumentó en las Islas entre diciembre del 19 y diciembre de 2023, en tasa general, un 16%. Los ingresos por el REF han crecido así en este período más del doble de lo que ha subido la inflación. La razón es, claro, el Impuesto General Indirecto Canario.

Los números de 2023 son gasolina para la discusión partidista a cuenta de la rebaja fiscal

Ya se daba por descontado que la recaudación por el gran tributo del bloque del REF iba a superar por primera vez los 2.000 millones de euros. Así lo adelantó, por ejemplo, la Confederación Canaria de Empresarios (CCE). Lo que no estaba tan claro es que se rebasarían, y con creces, los 2.100 millones de euros. En consecuencia, esos 2.135,4 millones recaudados en concepto de IGIC en 2023 se antojan un nuevo récord más duradero que los 1.890,7 de 2022, plusmarca que apenas ha durado un año. Hay que recordar que el IGIC dejó en 2019 en la Hacienda canaria unos hoy exiguos 1.585,5 millones. Los ingresos por el gran impuesto del Bloque de Financiación Canario se dispararon de esta forma un 35% en un lapso de apenas cuatro años.

Hay que precisar que pese a estas históricas cifras de recaudación pública, 2024 y sobre todo 2025 serán años con muchas dudas por despejar. En 2025, en concreto, es más que previsible que caigan las entregas a cuenta del sistema de financiación.

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