El 20A enreda a los alcaldes del PSOE que avalan macroproyectos hoteleros

El presidente deja en manos de los alcaldes socialistas de Adeje y Granadilla el futuro de Cuna del Alma y La Tejita y asegura que hay que «resetear» el modelo

El 20A enreda a los alcaldes del PSOE que avalan macroproyectos hoteleros

ACFI PRESS

Dos grandes proyectos turísticos en desarrollo en Tenerife –el de Cuna del Alma en Adeje y el hotel de La Tejita, en Granadilla de Abona– están en el punto de mira de quienes solicitaron en las manifestaciones del pasado sábado un cambio radical del modelo económico de Canarias. Ahora, el presidente del Gobierno regional, Fernando Clavijo, deja en manos de los dos ayuntamientos –ambos comandados por alcaldes socialistas– el futuro de estas iniciativas. El objetivo es «poder buscar soluciones y que sean ellos los que digan qué quieren hacer», sostuvo, ya que fueron los consistorios los que planificaron la obra y clasificaron el suelo. 

Clavijo recalcó que es el momento de que estas administraciones locales «digan lo que quieren hacer» y reiteró que «nosotros como gobierno los vamos a acompañar y a ayudar en lo que quieran hacer». Con esta intención, el presidente va a convocar al alcalde de Adeje, José Miguel Rodríguez Fraga, y a la alcaldesa de Granadilla de Abona, Jennifer Miranda para analizar sus planes respecto a estos dos proyectos turísticos. 

Esta es la primera medida que tomará el Gobierno de Canarias después de la manifestación del 20A que reunió en las calles del Archipiélago a 60.000 personas –según la Subdelegación del Gobierno, 150.000 si se tienen en cuenta las cifras de las asociaciones convocantes– para reclamar un giro del modelo turístico de las Islas. Una primera medida con la que, para el Partido Socialista, Clavijo no hace otra cosa que echar balones fuera y no asumir sus responsabilidades. 

El presidente regional aseguró que las marchas han sacado a la luz «todas las debilidades de nuestro archipiélago y nuestro sistema económico» y apuntó que «las cosas tienen que cambiar» porque «no podemos seguir igual». «Hay que resetear el modelo», advirtió.

Precisamente, la paralización de los proyectos de Cuna del Alma y La Tejita es una de las reivindicaciones de la docena de activistas que se encuentran en huelga de hambre en La Laguna y que insisten en reunirse con el presidente canario, para lo que han iniciado una recogida de firmas.

Clavijo abrió la puerta a este encuentro, siempre que lo soliciten hagan a través de los cauces habituales y aportando su identificación. «Yo no creo que change.org sea el conducto oficial. Ellos no son ni mejores ni peores que ningún ciudadano de Canarias, son exactamente iguales», indicó. 

Aún así, insistió en que «lo primero» es «escuchar a los alcaldes», ya que son los ayuntamientos los que han promovido los proyectos y manifestó que respecto a esto hay «cierta confusión» porque el Gobierno «poco puede hacer», ya que las licencias y el planeamiento depende de ambos municipios. Y recordó que el anterior Ejecutivo canario –presidido por el socialista Ángel Víctor Torres– «intentó intervenir y el juzgado los ha condenado». Por lo que apuntó que quizá haya que afrontar «indemnizaciones millonarias» por una «intromisión» en este proceso. 

El portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, Sebastián Franquis, se mostró ayer sorprendido de que la primera medida del Gobierno regional tras las multitudinarias manifestaciones del 20A sea llamar a capítulo a los dos alcaldes socialistas. «El Gobierno tiene competencias para actuar y tomar posiciones», recalcó y argumentó que con esta medida lo que hace es descargar la responsabilidad en otros ámbitos «algo que hace siempre cuando tiene alguna dificultad». 

Para Franquis «esta no es la respuesta que espera la ciudadanía» y retó a Clavijo a «usar el Consejo de Gobierno para tomar decisiones», ya que aseguró «es el momento de pasar de las declaraciones a los acuerdos» porque su política territorial «está alejada del sentimiento de la mayoría de la población canaria». 

Bajo su punto de vista, el Gobierno canario tiene que explicar qué es lo que piensa y cuál es su modelo para los próximos años. «Al margen de que se pida opinión a los ayuntamientos lo que se reclamó el pasado sábado no iba dirigido en esa dirección», sostuvo. 

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