Medalla de Oro de Canarias: Asomasamen, un trampolín para la vida

La Asociación majorera por la Salud Mental recibe la Medalla de Oro de Canarias 2024 por su trayectoria desde 2001

Trabajadores y equipo directivo de Asomasamen, presidido por Ana Trujillo  (7d).

Trabajadores y equipo directivo de Asomasamen, presidido por Ana Trujillo (7d). / LP/DLP

María Jesús Hernández

María Jesús Hernández

La Asociación majorera por la Salud Mental Asomasamen nació en 2001 con el objetivo de captar recursos sanitarios para lo que, en aquel momento, era considerado como «una enfermedad grave, aguda y para toda la vida». 23 años después, no sólo han anulado ese concepto a ojos de la sociedad, sustituyéndolo por el de «proceso» de salud mental, aportando esperanza, medios para la recuperación y un «trampolín para la vida» a muchas personas y familias, sino que son un referente en prevención. Un logro que les ha hecho merecedores de la Medalla de Oro de Canarias 2024, distinción que han acogido con la satisfacción del reconocimiento a una ardua labor transformadora. «Al principio estábamos un poco incrédulos, era algo increíble. Pero luego aterrizas y ves que desde 2001 hasta hoy, estamos haciendo un cambio, una forma de ver la salud mental más amable», indicó Ana Trujillo, presidenta de Asomasamen.

Educativo, social y laboral

Desde Asomasamen luchan cada día por contar con los servicios adecuados para que las personas afectadas salgan de esos procesos, intentando hacer una labor desde lo educativo, lo social, y más recientemente, desde lo laboral. «Nosotros empezamos en 2001 principalmente para traer recursos sanitarios, porque aquí sólo había una unidad de internamiento breve y cuando salían a los pocos días no había nada. Poco a poco conseguimos que llegaran los centros de día, nos fuimos reforzando y viendo en qué área éramos necesarios y donde teníamos que actuar».

Tras cinco años tomando el pulso a las circunstancias de cada familia y de las personas que tenían procesos de salud mental, y conocer el entramado burocrático e institucional para solicitar ayudas subvenciones..., en 2006 pusieron en marcha el primer proyecto Ocio y tiempo libre. Conectando con la vida, que en un principio contó con cierta incomprensión social. «Ahora lo contamos como una anécdota, pero lo cierto es que mucha gente nos decía ¿y gastan el dinero en eso?, porque pensaban que era ir a divertirse y no se daban cuenta de que cuando una persona cae en depresión le cuesta mucho dar pasos, como ducharse o hablar con alguien, prefieren ocultarse y Ocio y tiempo libre permitía que todas estas personas dejasen de estar recluidos en sus casas, y a la vez estábamos dando tiempo y un respiro a las familias».

Horticultura

En 2014, inauguraron el taller ocupacional de Horticultura. Sembrando semillas, recogiendo ilusiones, en una gavia cedida por una familia a la asociación, en Antigua. «Comenzamos a cultivar la tierra, a plantar y vimos que esa actividad mejoraba muchísimo a las personas, en empoderamiento, en apreciar lo que hacían, en sentirse válidas, en hacer grupo y en ayudarse entre unos y otros».

Ese mismo año, pusieron el foco en aquellas personas más vulnerables, para las que era complicado acudir al taller de horticultura e implantaron un servicio de acompañamiento a domicilio denominado Metamorfosis para ayudarlos «a salir de la habitación» y que empezaran a hacer cosas básicas del día a día. «A veces ir a la ventana y ver la luz les causaba estrés... Pero poco a poco los vamos sacando a la vida y cuando eso se logra, la satisfacción es enorme, porque conseguimos estar con la gente, llegar a las verdaderas necesidades diarias».

Sensibilización

El siguiente paso fue la concienciación social a través del programa semanal de radio Lo Bello que es Vivir, que arrancó en 2016 tras unirse a Radio Sintonía -se emite los jueves, de 12.00 a 13.00 horas-. Sus protagonistas son personas con malestar psíquico, familiares y miembros del equipo técnico de la asociación, y abordan diferentes temáticas relacionadas con la salud mental, de toda índole social, concienciando de que todos y todas tenemos situaciones que afrontar para poder disfrutar de una buena salud mental. Hoy por hoy es una de sus acciones de sensibilización social con mayor fuerza y alcance.

A eso se le suman nuevas iniciativas como el grupo de deporte Activa-T o el de senderismo Creando veredas.

Reciclado de tapones

Otro de sus grandes éxitos es el proyecto de sensibilización Tapones solidarios: una ventana abierta a la salud mental, de reciclado de tapones que comenzó en 2017, a través de la colaboración de empresas dedicadas al reciclaje, del Cabildo de Fuerteventura con la cesión de una nave para su almacenamiento y clasificación, y de los ayuntamientos de Fuerteventura, asociaciones de comerciantes, particulares y personas voluntarias.

Prevención en las aulas

De esta iniciativa pronto surgieron otras acciones, como la de trabajar la prevención en materia de salud mental en las aulas, denominada Edusamen: educando en salud mental, subvencionado por el Gobierno de Canarias. Aunque tienen el handicap de que las ayudas vienen con retraso -este año aún no la han recibido y ya es mayo-, gracias a las mismas, en 2022 pudieron contratar a profesionales y crear un equipo de prevención compuesto por una psicóloga, una pedagoga, una educadora social y una maestra en educación infantil. «Dotamos a los escolares de herramientas para la vida, para llevar mejor la frustración, para que ante un caso de acoso escolar no sean partícipes y tengan el poder de frenarlo. Todas estas cosas que en el futuro les van a servir para su día a día, sus relaciones de pareja, su vida laboral...».

Otros muchos proyectos, como el de intervención familiar Compartir(nos); o el servicio de información y asesoramiento Un espacio para la escucha, engrosan una acción social de oro, una forma de entender la salud mental innovadora y centrada en la prevención, que empiezan a extender a otras islas a través de la Federación Salud Mental Canaria, a la que pertenecen.