El hijo pródigo ha regresado a casa. Walter Tavares vuelve a la isla que le dio todo, la que le vio crecer y de la que nunca reniega allá donde va. Atlanta, Toronto, Cleveland, Madrid... da igual donde sea que el gigante de Maio porta el nombre de la Isla como un canario más.

"Desde que pisé Gran Canaria ya sentí mucha emoción. Recuerdo cuando llegué aquí al principio, apenas sabía hacer nada ni había jugado al baloncesto. Por eso ahora llegar aquí y poder ganar la Copa en una isla que me lo ha dado todo es algo inimaginable", explicó Tavares en la recepción del hotel en el que se hospeda el Real Madrid.

Después de su aventura en la NBA,a la que llegó como una de las grandes apuestas de Atlanta Hawks y tuvo que pasar por la Liga de Desarrollo para dar el salto al vestuario de Lebron James, regresó en diciembre a Epaña para cubrir la lesión de Ognjen Kuzmic. La secretaría técnica merengue se decantó por la contratación de Edy, que estaba sin equipo.

"Cuando estás fuera se echa muchísimo de menos una competición como ésta, en la que cada partido es como una final. Para mí es muy importante estar aquí y poder vivir partidos como estos con el mejor equipo de Europa". Edy sabe que está en uno de los equipos más exigentes del continente y por lo tanto debe estar al nivel que se le exige en la Casa Blanca.

Torrente de emociones

Los 221 centímetros de Tavares albergan un gran corazón. No olvida que el parqué del Gran Canaria Arena fue el que le llevó a probar las mieles de la mejor competición del mundo. Conocedor de que debe estar concentrado y no dejarse llevar por las emociones, Tavares explica que las claves para reconquistar la quinta Copa del Rey del Madrid y que él tenga un papel relevante pasan por "controlar esos sentimientos que tengo por estar ahora en la Isla en la que pasé cinco años".

Aterrizado con la expedición blanca ayer a las siete de la tarde, el caboverdiano trataba de aclimatarse, después de pasar de los siete grados que había en Madrid a la temperatura cálida de la capital grancanaria. "Creo que el clima ya lo tengo ajustado", explicó.

Y acto seguido indicó que su siguiente paso era concentrarse y preparar bien el partido frente a Unicaja Málaga de esta noche (20.30 horas). Sobre la presión con la que puede vivir el Real Madrid, el caboverdiano indicó que los capitalinos "siempre juegan para ganar todos los títulos. De Copa lleva cuatro seguidos y ojalá puedan ser cinco".

En cuanto a cómo ha vivido las últimas semanas, Tavares añadió que "han sido muy intensas, con muchos partidos seguidos, pero ahora ya sólo estamos concentrados en la Copa del Rey".

Y mandó un mensaje a la afición insular. "Creo que no son muy fans del Real Madrid aquí, pero espero que al menos animen a Tavares, que me considero un hijo de la tierra".