Sobre el papel, y con los datos que arroja la clasificación de la Euroliga, al Herbalife se le presenta esta tarde en Turquía una buena oportunidad de terminar con un lastre que le viene pesando en la actual temporada en la máxima competición continental y en la Liga Endesa. El cuadro claretiano pretende empezar a cambiar su pésimo bagaje como visitante en la pista del Darussafaka, colista de la tabla clasificatoria (17.15 horas, Movistar).

Una plaza que ya le resulta conocida a los amarillos, pues la temporada pasada se medía al cuadro otomano en la segunda fase de la Eurocup, el Top 16. Eso sí, no guardan los claretianos muy buenos recuerdos de ese encuentro que disputaban en Estambul. En aquella ocasión, la escuadra dirigida por Luis Casimiro caía de forma abultada (88-70).

Luego se tomó la revancha en el choque de vuelta. En el recinto de Siete Palmas, el Granca vencía por 78-70 a un Darussafaka que sumaba la única derrota que cosechó en un torneo donde finalmente acabaría levantando el título.

Ahora en el escenario de la Euroliga, el Herbalife, decimosexto en la clasificación con dos victorias y siete partidos perdidos, tendrá enfrente a un rival ansioso de alegrías. El equipo turco únicamente ha podido saborear un triunfo en lo que llevamos de campeonato.

Y este no llegó ante un cualquiera. En la tercera jornada se imponía en su feudo del Volkswagen Arena de Estambul al CSKA de Moscú, única mancha que por el momento tiene el todopoderoso conjunto moscovita en su trayectoria en este curso de la Euroliga.

El Granca, después de terminar con una racha de nueve derrotas en diez partidos tras vencer en casa el pasado fin de semana al Movistar Estudiantes, intentará aprovechar el rearme moral que conlleva ese resultado ante el cuadro estudiantil. Supondría una huida hacia delante en la irregular trayectoria que están describiendo los claretianos esta campaña; no logran con su juego despejar dudas con un entrenador, Salva Maldonado, que no ha conseguido un buen feeling con la afición amarilla.

Tirando de estadísticas, una cosa queda medianamente clara. Aquel equipo que mejor defienda esta tarde tendrá mucho ganado. Se ven la caras en Estambul las dos peores defensas del torneo, con una marca de más de 90 puntos de media recibidos por partido.

El Granca, comparándose con el Darussafaka, sale vencedor en cuanto al balance ofensivo. Los amarillos presentan una productividad ante el aro contrario mayor que su rival, el tercer peor ataque del campeonato.

En lo que sí gana el conjunto otomano al Herbalife es en experiencia en la máxima competición continental. El cuadro turco, que ya participó en la Euroliga en las campañas 2015-16 y 2016-17, se codeó con la flor y nata de la Europa baloncestística amparado en su poderío económico, merced al apoyo del poderoso grupo empresarial Dogus; antiguo patrocinador del torneo que lograba que su protegido consiguiera la plaza mediante invitación.

En únicamente cinco años, el Darussafaka pasaba de militar en la Segunda División de su país a mirar de tú a tú los grandes de Turquía. Pero la pérdida de poder de su principal respaldo, trajo acarreado un cambio de estatus el pasado ejercicio.

Ahora su presencia en el torneo de los torneos a nivel de Europa sí se debe a méritos deportivos, pues recuperaba su sitio entre la nobleza continental por alzar el curso anterior levantar el trofeo de campeón de la Eurocup.

Pero a nivel deportivo el potencial de los turcos no se asemeja al de épocas pasadas. El pívot Michael Eric y el base Ray McCallum, ambos con pasado en la ACB, son sus jugadores estelares.