"Yo no pensaba después de ganar la semana pasada que el camino iba a ser de rosas, ni ahora pienso que vaya a ser de espinas". En estos términos hablaba Pedro Martínez tras perder el pasado sábado frente al BAXI Manresa para referirse a su concepción del calendario que le resta al Herbalife en los seis últimos partidos de la Liga Endesa.

Son cuatro duelos lejos de la Isla: Estudiantes (27/04), Obradoiro (09/05), Breogán (12/05) y UCAM Murcia (26/05), rivales directos en la lucha por eludir el infierno de la LEB Oro. Por contra, Barcelona (05/05) y Zaragoza (19/05) tendrán que pasar por el fortín de Siete Palmas.

A estas altura de la temporada hay siete equipos para ocupar dos plazas con destino al averno, y tres victorias de diferencia entre el Montakit Fuenlabrada, duodécimo en la clasificación, y el Delteco Gipuzkoa Basket, que cierra la tabla con ocho triunfos, empatado con el UCAM -al equipo de Sito Alonso le queda un partido por disputar contra el Real Madrid el próximo 2 de mayo-.

En medio, Monbus Obradoiro (11 victorias), Estudiantes (10) y Breogán (9) luchan por escapar de la quema junto al Herbalife (10). Suertes dispares con calendarios variopintos para cada uno de los siete implicados.

Dependerá exclusivamente del Granca el resultado de su destino. Entre la amalgama de los postulados al descenso, es el equipo que más partidos tiene contra rivales directos. Cuatro duelos a cara de perro frente al Estudiantes, el Breogán y el UCAM, equipos a los que ya ganó en la primera vuelta liguera; y ante el Obradoiro, el único de los implicados que le ha doblado la rodilla al conjunto insular.

Cábalas numéricas

A priori, el equipo que tiene el repertorio más llevadero es el Obradoiro. El conjunto de Santiago, que además goza de tres victorias de colchón respecto al UCAM Murcia, tiene tres citas directas frente a equipos en peligro (Gipuzkoa, Herbalife y Estu) y su balance con ellos en la primera vuelta fue de tres victorias. Además, solo tendrá que vérselas contra un equipo en puestos de Playoff, el Barcelona de Svetislav Pesic, por lo que es el que menos duelos de altura tiene que jugar.

Hasta el colista de la competición será dueño de su propio devenir. El Gipuzkoa, que viene como un cohete venciendo en cuatro de sus seis últimas citas (la mitad de las victorias que acumula en toda la Liga), afrontará tres partidos clave por eludir el descenso de categoría. Obradoiro, UCAM y Fuenla se verán las caras con el equipo vasco en unas citas auténticamente frenéticas por la salvación durante el próximo mes.

Eso sí, si los guipuzcoanos quieren continuar un año más en la Liga Endesa después de haber regresado a la máxima competición nacional en el presente curso, tendrán que revertir sus resultados de la primera vuelta con los seis equipos con los que se enfrentará, pues acumuló un rosco con ellos.

El Movistar Estudiantes y el UCAM, por su parte, tienen dos batallas directas cada uno contras los contendientes de la huida del fuego LEB.

El conjunto colegial, próximo rival del Herbalife (sábado 27, 11.30 horas, Movistar), tendrá que vérselas, además, con el Obradoiro, en la penúltima jornada de la competición. Los hombres de Josep María Berrocal, de continuar con la misma tónica que emplearon en la primera vuelta con sus seis rivales (Unicaja, Real Madrid, Valencia y Joventut; además de los dos ya citados), se verían en un problema, pues solo sacaron una victoria y fue contra el Real Madrid en el derbi de la capital.

Por su parte, la entidad murciana se citará también con dos equipos en plena brega por la permanencia. Gipuzkoa y Herbalife, este último duelo como colofón de la campaña 2018-19, en lo que podría suponer una última cena para ambos clubes, serán sus rivales directos en un final de infarto.

Finalmente, el Breogán y el Fuenlabrada tendrán que lidiar con un sólo equipo de los que batallan por no bajar de categoría: el Herbalife y el Gipuzkoa, respectivamente. En la primera vuelta, ambos obtuvieron dos victorias y cuatro derrotas frente a los seis equipos contra los que todavía deben jugar. Siete equipos y seis jornadas de rosas y espinas. Y todos, incluido el Granca, esperan que las suyas sean de las primeras.