Continúa la maldición claretiana en el Martín Carpena. Nueva derrota del Gran Canaria en su visita al Unicaja por 79-76, y cierra una década negra en el pabellón malagueño después de caer nueve veces seguidas. Jaime Fernández, con 25 puntos fue clave en la victoria de los andaluces, que igualan al Herbalife con seis victorias y seis derrotas en la tabla clasificatoria.

Arrancó el duelo en el Martín Carpena con un ritmo vertiginoso. En menos de dos minutos ya se habían anotado ocho puntos por parte de los dos contendientes. La defensa brilló por su ausencia y se dio paso a los momentos para los recopilatorios semanales. Con Josh Adams en plena intención de actor principal, dejó un alley-oop para que los fieles cajistas se relamieran con el base americano.

El marcador comenzó a variar de la forma más loca posible. Las transiciones cogieron el aroma de uno de esos partidos de liga regular de la NBA en los que todos los jugadores llegaban al campo contrario y se lanzaba su tiro. Todos, ninguno se cortó en su guerra particular.

Stan Okoye, con 9 puntos en el primer cuarto se puso el traje del jugador del año pasado en Zaragoza y lideró la primera comandancia en el tanteador del Granca hasta el 10-14. Fue en ese momento cuando el Unicaja firmó un parcial 9-0 y los claretianos se empeñaron en anotar desde el triple, hasta seis consecutivos erraron los amarillos.

Hasta que Fabio Santana rompió la mala racha desde la línea de 6,75 metros y consiguió volver a apretar el marcador. El base canterano compartió la responsabilidad junto a Niko Radicevic en la comandancia tras la baja de Omar Cook, aquejado de su cuádriceps izquierdo y que se quedó en la Isla viendo el partido desde casa.

La cuantía reboteadora de los equipos se incrementó sin freno alguno debido a la falta de efectividad de los jugadores. Aun así, las dobles oportunidades de las que se benefició el Granca le permitió volver a coger la delantera con un triplazo de Radicevic para poner el 28-31.

El serbio cogió el testigo cedido por Cook y demostró su puntería con la canasta, además de acoplarse a las mil maravillas cuando el Granca decide jugar con el sistema rápido con Matt Costello como hombre más alto. La determinación del balcánico abrió la lata en el segundo cuarto y hasta que Luis Casimiro decidió parar el vendaval claretiano (¡Qué le cuesta pedir tiempos muertos!) el parcial fue de 3-16 a favor de los insulares para ponerse 28-35.

Darío Brizuela, que debutó con su nueva camiseta, reflejaba la desesperación de los cajistas. El escolta vasco lo intentó de todas las maneras en la racha negativa de los locales y en sus cuatro intentos de tiro no consiguió estrenarse hasta el momento.

Otro que redebutó fue Xavi Rabaseda. El catalán volvía a la competición después de que se lesionara en la jornada 3 ante el BAXI Manresa y tenía de nuevo minutos en pista tras no saltar al parqué del Arena a pesar de haber sido parte de la convocatoria de la semana pasada ante el Fuenlabrada.

Entre tanto, el parcial claretiano continuaba incrementándose y tras un 2-14, el nerviosismo en el Unicaja era total y muestra de ello fueron las tres técnicas que sufrieron en el periodo. Una de ellas convirtiéndose en la tercera falta de Josh Adams, lo que le mantendría en el fondo del banquillo gran parte del encuentro.

La crispación entre la afición malagueña llegó a su máxima expresión con la última jugada de la primera mitad del partido cuando Harper lanzó a la desesperada y tras no tocar el aro, Bourousis cogió el rebote y a falta de una décima fue objeto de falta por parte de Elegar. La revisión por parte del trío arbitral dio dos tiros libres al griego para firmar el 34-43 con el que afrontar la segunda parte.

Revolución Brizuela

Se atascó la puntería insular a la vuelta del descanso y le costó tres minutos abrir la lata de boquerones hasta que entre Harper, Beirán con dos triples y Bourousis emulando al madrileño, cortó cualquier intento de reacción local y el swag de Axel Toupane, que era el único que tiraba del carro verde.

Por mucho que le costara, Casimiro pidió tiempo muerto y activó el plan Mamba Vasca. Brizuela cogió el balón y se tiró tres seguidas para estrenarse y sumar sus cinco primeros puntos. Le salió el plan perfecto al ex entrenador claretiano cuando Jaime Fernández anotaba otro triple a la racha y respondía con un parcial 8-0 para que fuese Katsikaris quien tuviera que parar la tormenta andaluza.

Los Mihitas y el Fondo Verde empezaron a entonar el himno cajista a medida que veían que su equipo se volvía a meter en el partido. La fiesta en la grada llevaba en volandas a su equipo para llegar al último cuarto con esperanzas de darle la vuelta a la tortillita de camarón y empatar con el Granca a seis victorias en el balance.

Katsikaris echó su particular reprimenda a sus hombres a falta de diez minutos y reprocharles el parcial 15-4 con el que habían cerrado el periodo y que mantenía 57-60 el partido.

Espabiló el Granca con Harper a los mandos. El de Tennessee encadenaba cuatro puntos para sumar 17 en el arranque de cuarto y se le notaba con ganas de demostrar su guerra particular de combos con Jaime Fernández y Darío Brizuela.

Pero de nuevo un parcial 10-0 para el Unicaja le volvió a subir a la ola que comenzó a surfear desde la conclusión del tercer cuarto. El alboroto llegó al máximo de decibelios cuando Josh Adams hacía el mate de la temporada al coger un vuelo sin motor por encima de la cabeza de Bourousis. El póster fue de tal dimensión que Katsikaris pidió tiempo muerto y mostró su cabreo con Shurna, al que incluso le dio algún que otro cachetón para que espabilara.

El partido entró en un brete a falta de 24 segundos después de que Josh Adams fallara su segundo tiro libre con 75-73 y tras capturar el rebote Okoye y pasarle el balón a Harper, éste no logró hacerse con él y lo mandó fuera de los dominios de la cancha.

Balón para el Unicaja y con tiempo para defende, John Shurna fue como un poseso a por Jaime Fernández para hacerle falta. Totalmente incomprensible, y no falló desde la línea de personal para sumar 25 puntos en su haber y poner el 77-73 con el que casi sentenciaba el partido.

Lo intentó el Granca a la desesperada, pero el partido acabó con un contraataque de Toupane y un triple postrero de Okoye para cerrar la sexta derrota insular en la Liga Endesa por 79-76.