Pagó los platos rotos el Granca por haber jugado 28 minutos horribles, en el que llegaron a perder por 24 puntos (75-51) y en el que la reacción final en el último cuarto no les alcanzó a diferencia de lo que ocurrió en el choque de la primera vuelta liguera para remontar de nuevo al Obradoiro y caer por 106-97.
Quedó confirmado el dicho de que las segundas partes nunca son buenas. Si en la primera vuelta el Gran Canaria consiguió vencer al Obra después de ir perdiendo por 19 puntos en la primera mitad y por 15 al final del tercer cuarto, esta vez el milagro no ocurrió. Nico Brussino lo intentó en el último cuarto con 15 puntos; además de la fe de Khalifa Diop y Miquel Salvó con 13 rebotes entre ambos. Sin embargo, Fisac desechó la idea de que Dylan Ennis no jugara ni un segundo en el último periodo a pesar de que mantuviera el tipo hasta el descanso con 22 puntos en su haber.
Se quedan los insulares con un balance de 16 victorias y 14 derrotas tras perder en Santiago, que aun así les mantiene dentro de los puestos de Playoff después de que el UCAM Murcia también cayera ayer frente al Bilbao Basket y siga a un triunfo de separación del Granca, los mismos que ahora distan entre los claretianos y el Baskonia, que venció al BAXI Manresa por 107-85.
Y arrancó el choque avisando el Obradoiro después de que anotara seis de seis en tiros de dos; tres de tres en triples y tan solo un tiro libre fallado por parte de los compostelanos. Acudieron a la mejor afinadora de tiros los de Moncho Fernández durante la semana y así los demostraron en los primeros cinco minutos de partido, el tiempo que tardó Fisac en solicitar el primer tiempo muerto en el Fontes do Sar. Anonadado ante las facilidades de los suyos en el pick and roll con Birutis y más que sorprendido por el acierto de Thomas Scrubb.
Por mucho que intentara el técnico segoviano elevar la entrega defensiva de sus jugadores, las canastas locales no paraban de cesar sin error ninguno. Tuvieron que lanzarse trece veces para que llegara el primer fallo gallego, a través del triple, porque en lo que fueron los intentos de canastas de dos puntos estuvieron impecables en el primer cuarto con 10 de 10.
No es que el Granca estuviera jugando mal en ataque, pues en el primer cuarto firmó 19 y al descanso llegó con 42 en su haber. La cuestión que estaba lastrando a los insulares residía en la entrega defensiva. Con un equipo que se está jugando la vida por la permanencia el plus de energía con el que salen a la cancha es un aliciente al que tener que contrarrestar. Con dosis de anarquía se debe recetar prudencia, pero en las filas claretianas precisamente ese es el único verso con el que comulgan.
Si el Obra utilizó a nueve jugadores para sumar puntos hasta los 59 con los que cerró la primera mitad, en el Granca tan solo la aportación de Dylan Ennis con 18 merced a cuatro triples de seis intentos, más los 12 de AJ Slaughter, contribuyeron a que la diferencia en el tanteador no fuera abismal al descanso (59-42). A la mano de los dos jugadores más talentosos pero anárquicos se cogían los claretianos para seguir teniendo oportunidades en la segunda mitad.
Continuó jugando con fuego el conjunto visitante. Sin encontrar cómo emparejar las marcas de la mejor forma para según a la velocidad a la que se desarrollaba el choque, los insulares se perdían entre canastas y canastas de todo tipo de colores compostelanas. Tantas como para elevar la máxima ventaja local hasta el +24 con el 75-51.
La primera piedra de fe
Pero enmarañó el encuentro de alguna forma casi sin querer el Granca. Se ganó un par de técnicas bien pitadas que jugaron a su favor para cerrar el tercer cuarto con un 1-10 y que continuó un minuto y medio más del último periodo con cuatro puntos más de Brussino, el único que parecía creer en la posibilidad de la remontada.
Así, del 77-53 con el que empezó a dar síntomas de tener constantes vitales se llegó a un esperanzador 86-82 a falta de cinco minutos para la conclusión del encuentro, todo ello gracias a que Nico dejó su versión de la primera parte en la que solo anotó dos puntos y despejó cualquier duda de aquellos que le tildan de pechofrío y sumó 15 en el último cuarto.
Junto a la aportación del argentino, Khalifa Diop también lo dio todo en los últimos diez minutos de juego hasta que cayó eliminado –a falta de 33 segundos–. Ocho rebotes para el canterano, cinco de ellos ofensivos, debido a que el Granca se puso a tirar triples a la desesperada cuando ya tenía amedrentado al Obradoiro. A cada fallo desde la línea de 6,75 aparecía el senegalés para palmear la bola y dar una nueva oportunidad, pero AJ solo anotó uno de cinco intentos y Kenny Chery fue un auténtico fiasco, negado de cara al aro y sin ideas. Todo ello sin que Ennis, el mejor de la primera parte jugara un solo segundo en el último cuarto.
En esas Kenny Robertson con 11 puntos en el último cuarto, y las reiteradas llamadas a la línea de 4,60 metros del conjunto gallego con nueve puntos más desde la personal contribuyeron a mantener a raya a los claretianos y cerrar el choque con un 109-97 que le acerca a los locales a la permanencia.
