11.10 horas de la mañana de ayer, entran en escena en el pasillo de la Casa Palacio del Cabildo insular su máximo dirigente Antonio Morales, uno de los vicepresidentes de gobierno, Miguel Ángel Pérez del Pino, y un hombre de dos metros y tres centímetros de altura ataviado con un traje azul impoluto y ausente de chaleco alguno de nombre Sitapha Savané. La nueva imagen del club se abre paso entre las sombras anticuadas.
Se da por finalizada la guerra abierta que mantenían el consejero de Deportes del Cabildo, Francisco Castellano, con Enrique Moreno, el anterior presidente del CB Gran Canaria. El político no supo atar en corto al directivo, que arrojó cuatro millones de euros de déficit en las tres últimas temporadas, y el crédito de Moreno con Antonio Morales se acabó tras otro año de deudas.
De esta forma, el elegido para enderezar el rumbo del Granca por parte del Cabildo ha sido Sitapha Savané para sustituir a Moreno y a la vez el grupo de gobierno del ente insular ha optado por empujar al titular del área deportiva a un lado para que sea Juan Díaz el que ocupe el cargo de vicepresidente del club.
«Hay que volver a tener la identidad del club que nació hace 60 años en el Claret»
Este movimiento obligar a modificar el organigrama de la Fundación Canaria del Deporte, ente propietario del club, dado que Castellano es el presidente del mismo como consejero de Deportes y por tanto al desligarse del club no puede mantenerse en el cargo. La cuestión que se abre en el futuro recae sobre si será Juan Díaz como vicepresidente del club el que se encargue de esta función o recaerá en Miguel Ángel Pérez o Pedro Justo de ella como encargados del área económica del club.
Es decir, Sitapha Savané va a ser el presidente del Granca y desde la parte política se promulga que será «con plenos poderes». Aun así desde el Cabildo todavía se mantiene la búsqueda de una figura de gerente que ponga orden. Una especie de Alberto Miranda sin las manchas que dejó a su paso.
Por lo pronto, el primer tema a resolver reside en «las negociaciones» que siguen abiertas sobre el contrato de Savané como presidente y su continuidad después de que el próximo año haya elecciones políticas. «Hay consenso desde el gobierno como desde la oposición», explicaron ayer los políticos en la Casa Palacio.
Habrá que ver hasta que punto de libertad dispondrá Sitapha Savané dentro de su parcela de presidente del club con los ojos puestos de Miguel Ángel Pérez del Pino, Pedro Justo y Juan Díaz sobre la gestión del Granca. Si el plan que se transmite desde el Cabildo es el de despolitizar la entidad, ahora hay mayor presencia de consejeros que la que había apenas dos días atrás.
Sin embargo, en el ideario de Savané no está la de ser una figura de cara a la galería. Si el llega al club es porque siente que va a tener una responsabilidad más allá de la de estar supeditado a unas líneas rojas que imponga la parte política.
«Cuando el Granca toca la puerta tienes que decir que sí en este punto de inflexión»
Por ello, el senegalés se pronunció ayer en su rueda de prensa de presentación como nuevo presidente del CB Gran Canaria con tres principios que quiere transmitir desde su poltrona: «unión, ilusión e identidad».
La primera pasa por obtener el mejor equipo interno posible. Taph, como capitán de vestuario y del Granca que fue, espera liderar con el ejemplo propio a un grupo humano que quiera demostrar su valía en una identidad que «dentro de trece meses tendrá 60 años de nacimiento en el Colegio Claret», tal y como especificó el africano con su conocimiento sobre el club que va a dirigir.
Para conseguir tal objetivo Savané sabe que debe fomentar un ambiente activo de trabajo. «Desde el consejo de administración pasando por todos los departamentos del club y sus empleados», deben mostrar su valía, porque en la visión del exjugador «deben rendir al máximo nivel» para el Granca, «y más cuando es propiedad de la población».
En esta misma línea, y como idea que pueda tener tintes populistas, Savané trasladó que uno de sus primeros objetivos iba a ser el de «escuchar a la afición». Una estrategia en la que quiere que la Marea Amarilla pueda trasladar sus quejas para comprenderles y «mejorar» entre todos.
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Proteger la cantera
Por su propia experiencia cuando llegó a la Isla hace dieciocho años quiso transmitir que en el club siempre se caracterizó «por ser un sitio bueno en el que trabajar, mejorar y alcanzar el estrellato». Ahora él quiere canalizar esos valores que vivió hace dos décadas atrás en el Granca y volver a gestar «la columna vertebral de jugadores que se encargaban de transmitir la identidad del club».
Valores que servían de puente para que los canteranos del Granca supieran cómo desenvolverse en la plantilla tal y como hicieron Berni Hernández, Roberto Guerra, Edy Tavares, Khalifa Diop u Olek Balcerowski, nombres de jóvenes que ayer Taph puso como ejemplo para los venideros.
Y por último, el factor «ilusión», una de las claves en las que Antonio Morales indició para justificar su elección como presidente. «Savané genera una ilusión enorme entre la gran afición por el baloncesto».
Para ello, según el ex pívot del Granca, deben «buscar continuidad a nivel de banquillo», para así permitir que el club y el equipo vuelvan a tener «un estilo reconocible, un espíritu de lucha que lleve a no bajar los brazos, dar el 100% y basar el éxito en la fuerza de lo deportivo».
«Todos los empleados deben rendir al máximo nivel y venir con ilusión de mejorar»
Cuestión que Taph desarrolló nuevamente a través de los empleados del club. «Deben sentirse orgullosos de trabajar en el club, que quieran probar cosas nuevas y crecer como trabajadores».
Sobre cómo poder desarrollar las virtudes de la parte internar del club, el senegalés ahondó sobre la potencialidad de la marca Granca. «Siempre se utiliza al club como una herramienta turística, pero no quiero limitarme solo a esto. Creo que el deporte es una excelente herramienta a nivel social y es una misión que debe quedar en la cúspide de los objetivos del club. Es una plataforma para tener impacto social en temas de inclusión y hábitos de vida favorables», esgrimió.
Al respecto de temas sociales, a Savané se le cuestionó sobre el estado de la sección femenina del CB Gran Canaria después de que una de las cosas que dejara en el aire el consejero de Deportes del Cabildo, Francisco Castellano, fuese la firma de la renovación de la directora de la misma, Rosi Sánchez, quien se encuentra en el paro laboral ahora mismo.
«Escucharé a la afición para ver cuáles son sus quejas y que mejoremos entre todos»
«El presidente tendrá que finalizarse con la situación primero para poder tomar una decisión al respecto», exclamó Miguel Ángel Pérez, una respuesta con la que Savané cogió el testigo y remarcó que todavía no había «tomado posesión», y primero debe emprender la comunicación con las partes implicadas en este proyecto deportivo.
Marrero y Rodríguez Fominaya, en el punto de mira
Dos de los nombres que retumban en los pasillos de la Casa Palacio del Cabildo insular sobre la posibilidad de que concluyan su relación laboral en el CB Gran Canaria son los de Juan Ramón Marrero Prats y Marian Rodríguez Fominaya. El primero, en su condición de director general después de que fuera Enrique Moreno quien le entregase esta condición dentro de la jerarquía del club. Sin la figura del ya expresidente, la posición de Marrero queda debilitada por las dudas que se arrojan sobre el trasfondo de sus labores diarias dentro del Granca. La segunda, por sus labores como directora del departamento de márketing, una de las secciones más calientes de la entidad claretiana desde que se hiciera cargo del área en 2012 con su entrada al club. Ambos directivos se sitúan en el segundo escalón salarial dentro de la pirámide del CB Gran Canaria. Cabe destacar que el gasto presupuestado en la estructura del club asciende a 624.116,82 euros entre los salarios de los empleados, una cuestión a debate y que con la llegada de Savané se analizará. | D. Rodríguez
Morales: «Es falso que mantuviera a Enrique Moreno sí porque sí»
Las palabras se las puede llevar el viento y la hemeroteca las recogerá. Si en 2019, cuando la figura de Enrique Moreno se tambaleaba después de que apareciera la posibilidad de que Ariel Ortega y Manuel Sánchez le sustituyeran en el cargo, el presidente del Cabildo le echó un capote al ya expresidente, ahora tres años después la película ha cambiado. Del «mientras yo siga aquí nada va a cambiar» al «es falso que yo mantuviera a Enrique Moreno sí porque sí», del cabildicio Antonio Morales.
Es más, el presidente saliente tampoco es que escondiera en exceso que contaba con el aval del presidente del Cabildo cada vez que tenía un problema mayor con el consejero de Deportes y se sentía fuerte en su posición para así expresarlo a todo el que le preguntaba.
Ahora desde el ente insular se quiere trasladar que Moreno pidió el cese de sus funciones antes del mes de septiembre.
Además, el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, ha manifestado que el nombramiento del nuevo presidente es un intento para "impulsar" a un club que "forma parte de la memoria colectiva" de este pueblo.
También ha asegurado que en la isla existe un "gran sentimiento", una "enorme afición" por el baloncesto, pero se ha producido "cierto alejamiento" de los aficionados del Gran Canaria Arena.
Asimismo, ha recalcado que han ocurrido "desencuentros políticos y deportivos" que se han trasladado a la opinión pública, algo que "no" ha ayudado a generar ilusión y ha recobrar la presencia de los aficionados.
En este sentido, ha aseverado que desde la corporación insular se ha querido "dar un golpe en el timón significativo" y reconducir esta situación. "Queremos poner una nueva propuesta sobre la mesa --añadió--, una nueva propuesta de gestión deportiva que profundice en la gestión profesional del club".
Pérez: «No puede haber desencuentros políticos»
La comparecencia de Miguel Ángel Pérez ayer durante la presentación de Sitapha Savané como nuevo presidente del CB Gran Canaria arrojó ciertas reflexiones a destacar entre las que preponderó la de que la división interna entre Enrique Moreno y Francisco Castellano había dañado la imagen del club y que «no puede haber desencuentro políticos» que lleguen «a una prensa amarillista».
«Se pueden tener desencuentros, en el gobierno del Cabildo no pensamos al 100% igual, pero podemos llegar a acuerdos. Lo que no se puede hacer es trasladarlos a la ciudadanía. No puede haber más debates políticos en público», espetó el vicepresidente del Cabildo.
Porque para Pérez, tal y como se expresó ayer, el problema no es que se originen las desavenencias entre las partes directivas, sino que se comunique en los focos que él considera «prensa amarillista».
En la línea económica, Pérez también sorprendió al defender que las deudas económicas de 3,2 millones de euros en las dos últimas temporadas «no son un déficit», porque para él, el Cabildo «tiene una responsabilidad histórica con el club de acudir a su rescate».
Según sus palabras, que el ejercicio de Enrique Moreno como presidente del CB Gran Canaria durante los últimos cinco años en los que ha dejado una deuda adicional de los presupuestado de más de 4 millones de euros se debe «a una anomalía» que se debe a factores externos como los que provocó el impacto del coronavirus en la sociedad, la pérdida de patrocinadores y el descenso en el número de aficionados presentes en el pabellón. Cuestión exclusiva del Granca debe ser.
