Entrevista | Michael Carrera Nueva incorporación del CB Gran Canaria

«Queremos reivindicarnos con un triunfo en Tenerife»

Michael Carrera realiza estiramientos tras el entrenamiento del Gran Canaria, ayer en el Arena. | |

Michael Carrera realiza estiramientos tras el entrenamiento del Gran Canaria, ayer en el Arena. | | / ANDRÉS CRUZ

David Rodríguez

David Rodríguez

Chute de garra y carácter para el juego interior del CB Gran Canaria. El venezolano Michael Carrera, última incorporación del conjunto claretiano para sustituir al lesionado Damien Inglis, vive un sueño, su estreno en la ACB. El domingo, primer derbi.

Lleva una semana en el Granca. ¿Qué es lo que más le ha sorprendido del club?

Me quedo con muchas cosas, comenzando por la Isla. No sabía que había un lugar tan caribeña por esta zona de Europa. Estoy muy contento aquí, porque se siente el calor latino y, sobre todo, el apoyo de mi gente de Venezuela. Estoy muy contento por esa parte, te sientes como en casa. Y en cuanto al equipo, para mí es un sueño haber llegado aquí. En solo una semana ya me han hecho sentirme uno más de ellos. Para mí eso ha sido una bendición, pues te hace más fácil la adaptación. Se demostró en mi primer partido, frente al UCAM Murcia; aunque no sabía mucho de lo que estaba haciendo, creo que lo hice bien. Y a eso vine acá, a hacer el trabajo que me encomiendan y a intentar aportar mi granito de arena.

Y tras su debut ante el UCAM Murcia, el domingo se apresta a vivir su primer derbi.

Ya me enterado un poco de lo que significa un derbi entre Tenerife y Gran Canaria. Contento de poder disfrutarlo. Este partido de rivalidad supone otro reto para mí, para mi carrera. Me siento bien, con ganas de que llegue el partido, enfocado y concentrado. Todo encuentro es importante en la ACB. Necesitamos la victoria sí o sí. Para todos nosotros tiene una gran importancia. El Granca perdió el duelo de la Copa del Rey. No estaría nada mal reivindicarnos con una victoria en casa del Lenovo. Estaría buenísimo en lo moral para lo que nos queda por delante. Estoy emocionado por tener la oportunidad de jugar este gran derbi canario.

No sé si conocía el fuerte vínculo que existe entre Canarias y su país, Venezuela.

En mi primer partido, en la grada del Arena había dos o tres personas con banderas de Venezuela, y eso te da un poquito más de inspiración. Me han escrito muchos venezolanos diciéndome que van a ir el domingo al derbi; me dicen que en Tenerife hay más compatriotas que por aquí. Eso me pone muy contento.

En Venezuela usted nació en la ciudad de Barcelona, al Noreste, una zona de costa. ¿Ya ha podido disfrutar aquí de la playa con su familia?

Ahorita tenemos a la niña un poquito malita, por eso aún no hemos podido ir. Pero sí hemos paseado por Las Canteras y nos ha gustado muchísimo. A mi esposa le encanta la playa, aunque ella es de la capital, Caracas. Yo sí soy de una zona de playa. Estamos contentos porque nos ha tocado vivir en una zona de playa, algo que siempre habíamos soñado. Yo le decía a mi mujer, ¿y si nos toca Gran Canaria nos vamos? Claro que nos vamos, me contestó. Dios nos dio este gran regalo y lo aprovechamos al 100%.

¿Cómo vivió su fichaje exprés por el Gran Canaria? ¿Le llamaron Willy Villar o Jaka Lakovic para decirle lo que querían de usted?

Ocurrió de la noche a la mañana. Fue el lunes de la semana pasada. No me llamó Jaka -Lakovic- ni nadie del club. Lo hizo mi agente. Ya le había dicho que no a una oferta de la ACB, del Fuenlabrada. Le había dicho a mi agente que me quería quedar en Lleida, que estaba muy cómodo. Y era verdad. Hasta el momento de venirnos, estábamos muy cómodos allí mi familia y yo. Cuando mi agente me dice que tenemos una oferta del Gran Canaria y empezó a explicármela, lo paré y le dije que no me siguiese contando más, que me quería venir para acá. Sabía que el Gran Canaria era un equipo de mucho baloncesto. Entre eso y que a mi esposa le gusta mucho la playa, era un sueño doble. Le dije sí sin pensármelo ni una, ni dos ni tres veces... Todo ocurrió muy rápido y aquí estoy.

Viene sólo para jugar en la Liga Endesa. ¿Cómo va a gestionar esta circunstancia?  

Solo con pertenecer al vestidor del Granca y compartirlo con jugadores que hasta hace poco veía por televisión ya me pone supercontento, ya es un sueño. Estar con jugadores como Vítor Benite o Nico Brussino, con el que siempre me he enfrentado en partidos de selecciones... Nada más con estar en el banquillo celebrando los triunfos, o lo que venga, ya estoy muy satisfecho. 

«Ya he conseguido mi sueño de jugar en la ACB con el Granca, pero no soy conformista, quiero más»

Usted tuvo sus más y sus menos con la liga venezolana al defender sus derechos como jugador. ¿Se considera una persona activa en este ámbito, un sindicalista de la cancha?

Claro que sí. Todo jugador tienes sus derechos, y también sus deberes. No me gusta hablar ya de eso, porque lo que pasó, pasó. Pero se luchó lo que se tenía que luchar y se están logrando cosas importantes. Ahorita se iban a colocar a cinco importados -extranjeros- y se quedaron en tres. Queremos que se tome más en cuenta a los jugadores criollos que a otros. Entiendo que el baloncesto es un show, pero le da trabajo a mucha gente. No es un secreto lo que está pasando en mi país. Tampoco es que un jugador te cobre diez o 15 mil dólares. Un jugador de 16 años te puede cobrar 500 dólares y eso para ellos es muchísimo. Pero este deporte y lo que lo rodea ayuda a más gente, por ejemplo a los que venden alimentos en los partidos. Allí en Venezuela se vive al día. Lo digo yo, que mi papá y mi mamá son profesores y no viven de eso, viven del día a día. Gracias a Dios que pude dar ese salto profesional y los puedo ayudar. No todo el mundo puede hacer lo mismo. Aquel momento de las reivindicaciones fue muy bochornoso. A lo mejor la manera en que lo hice no fue la correcta, pero soy una personal temperamental y emocional. Ahora ya me quedo al margen, lo que hago es seguir los encuentros porque tengo muchos amigos allí. Lo único que quiero es lo mejor para el baloncesto de Venezuela. Ya los jugadores de la selección están saliendo. Los que ya tienen  35, 36 o 37 años van a vivir en verano su último Mundial. Necesitamos que ese baloncesto criollo siga sacando nuevos valores para que el seleccionador tenga donde elegir. Eso es lo que se está peleando.  

Usted es un hombre de mundo. Contabilizo 13 equipos a lo largo de su carrera en ocho países. ¿Por qué no ha logrado asentarse en un club si siempre tiene notables estadísticas?

Todo ha ocurrido por alguna razón. En cada lugar que he estado ha sido una experiencia para mí. Lamentándolo mucho, en Alemania era el año de la pandemia y se rompió todo. Dos años sin trabajar, sabáticos. Le dejo todo a Dios, él me ha hecho llegar acá, por mi esfuerzo obviamente. El que me conoce sabe que me entregó en la cancha, es mi trabajo y lo quiero demasiado. Dios me dio ese talento y lo intento explotar al 100%. Tengo obsesión por ganar. Creo que no está mal pensar así.

¿Considera un justo premio a ese trabajo llegar al Granca?

Sí. He logrado una meta, vivo mi sueño. Ya he conseguido mi sueño, pero no soy conformista. Quiero más. Quiero ayudar al equipo, contribuir con todo lo que pueda; si el entrenador me da la oportunidad la voy aprovechar al 100%, ya sea jugando dos minutos o cinco, lo que sea. Voy a jugar siempre al 120%, que es lo que me ha caracterizado en mi carrera. Hay que vivir el día a día para ver cómo vamos aquí. Pero ya me siento bendecido por la oportunidad que me está dando el Gran Canaria; para mí vale muchísimo.

Más allá de sus relevantes estadísticas, de usted se dice que es un jugador que destaca en otros aspectos intangibles de los partidos, como la pelea, la garra que le imprime a su juego, protestando, gesticulando...

Pienso que eso viene dado por la pasión que siento por este deporte. Cuando uno está ahí en el tablocillo las cosas suceden tan rápido que uno ni siquiera las piensa. El que juegue a un deporte sabe que cualquier situación pasa, y hay que reclamar. No sé porque todo el mundo se molesta por esos. Hay gente que gesticula más que otra, no todos somos iguales. Es algo que siempre he intentado mejorar y en ello estoy.

Suscríbete para seguir leyendo