El Dreamland Gran Canaria se gana el jubileo compostelano

Partido serio del Dreamland Gran Canaria ante un Monbus Obradoiro que nunca dio el partido por perdido, a pesar de la gran puesta en escena de los amarillos en el primer cuarto que obligó al equipo dirigido por Moncho Fernández a remar contra corriente.

Los gallegos llegaron a igualar la contienda en el segundo cuarto, colocando él 39 iguales, pero los amarillos volvieron a aprovechar la condición de fortín del Arena para sobreponerse a los bajones de juego durante el partido para sumar la tercera victoria del curso (87-80).

Jovan Kljajic suplió al lesionado Sylven Landesberg en la rotación, ofreciendo un buen rendimiento en el partido aportando nueve puntos al marcador de los amarillos. Nico Brussino, con 19 puntos y Ben Lammers, con 13, fueron los máximos anotadores locales.

En el cuadro gallego destacó el exclaretiano Artem Pustovyi con un 26 de valoración, gracias a sus 18 puntos y sus cinco rebotes.

Inmaculada puesta en escena la del Dreamland Gran Canaria ante un Obradoiro que se veía sorprendido con un parcial de 10-2 en menos de dos minutos, por arte y gracia de Ethan Happ y Nico Brussino, que obligaban a Moncho Fernández a detener el partido para cortar el chaparrón que se le venía encima a los gallegos.

En el cuadro compostelano tan solo Artem Pustovyi, por aquello de la ley no escrita del ex, era el único jugador capaz de perforar el aro claretiano, pero Nico Brussino tenía uno de esos cuartos mágicos en los que el aro rival parecía una piscina olímpica y Happ parecía dispuesto a congraciarse con su afición, espoleado quizás por su pasado en el Breogán, por aquello de O noso derbi.

El Granca se divertía y mostraba la energía que se había dejado en la caseta ante el UCAM y hasta Jovan Kljajic se sumaba a la fiesta con cuatro puntos claves que colocaban a los amarillos por encima de los 10 puntos antes de finiquitar el primer acto (21-10).

La buena nueva era que los cambios de Lakovic no afectaban al rendimiento del equipo, cada jugador que entraba en cancha mantenía la intensidad, la agresividad y el acierto que permitían a los grancanarios cerrar el primer acto con un motivador 30-20 que premiaba su buen trabajo.

Un parcial de salida de 0-6 para Obradoiro amenazaba con tirar por la borda todo el trabajo de los claretianos en la primera manga, pero un mate colosal de Ben Lammers y un triplazo de AJ Slaughter le servía al Granca para mantenerse por delante en el marcador.

Sin embargo, la inercia de los compostelanos había cambiado, Badzim, Trinkle y Pustovyi guiaban a los suyos para meterse en la lucha por el partido, que volvía a estar más abierta que nunca para ambos contendientes.

Obradoiro apretaba los dientes y llegaba a colocar él 39 iguales con un triple de Zurbriggen, momento elegido por Nico Brussino para ponerse una vez más la capa de Superman para endosar dos certeros lanzamientos desde fuera del arco para obligar a Moncho Fernández a pararlo a dos minutos del descanso con 45-39 en el marcador y una técnica a favor de los amarillos que el argentino se encargaba de transformar en un punto más para los insulares.

Pero los compostelanos se resistían a caer y encontraban en Pustovyi y Scrubb el remedio para llegar al descanso con sólo un punto de diferencia en el electrónico (46-45).

Energías renovadas

El paso por vestuarios parecía sentarle de maravilla a los grancanarios que encontraban a un inspirado Ben Lammers en la pintura y a un voluntarioso Jovan Kljajic qué guiaban al equipo para coger algo de aire en el arranque del tercer acto.

En el bando compostelano Badzim y Blazevic se unían para intentar amargar el deseo de fiesta de la parroquia amarilla, pero los triples de Bassas y AJ Slaughter mantenían a los grancanarios por delante a falta de menos de dos minutos para el final del tercer cuarto con un 71-62 que obligaba al técnico visitante, Moncho Fernández a pararlo, en busca de soluciones.

El Granca crecía desde la defensa y obligaba al Obradoiro a tener tiros forzados, al tiempo que Bassas desde fuera del perímetro estiraba una renta que Roko Prkacin se encargaba de disparar hasta los 14 puntos a falta de 10 minutos para el final (78-62).

La defensa del Obradoiro maniataba el ataque de los amarillos en el arranque del asalto definitivo, encajando un parcial de 2-9 que obligaba a Jaka Lakovic a detenerlo con un 80-71 en el marcador antes de llegar al ecuador del mismo.

La pizarra del técnico balcánico intentaba cortar de raíz un nuevo disgusto y encontraba la complicidad de la marea amarilla que animaba incansable, animando a Ben Lammers que desataba la ovación del respetable al cerrar la sequía momentánea de los grancanarios con un triple que mantenía a los compostelanos a 10 puntos de distancia (83-73).

El Obradoiro no cesaba en su empeño de lograr la remontada y Moncho Fernández agotaba sus tiempos muertos, pero el Granca jugaba con la tranquilidad de sentirse fuerte en casa, con la ventaja en el marcador y una hinchada que empujaba desde la grada para guiar a los suyos hasta la tercera victoria del curso que se cerraba con un 87-80 favorable a los soldados de Jaka Lakovic.

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