Carlos Alonso Callero nació en Las Palmas de Gran Canaria, ejerce de profesor de arte dramático y director de escena y ha recibido galardones como el Premio Nacional ADE (Asociación de Directores de Escena de España) al mejor Director joven de 2007 por Bufonerías de Alfonso Zurro o el Réplica al Mejor espectáculo por Los mares habitados, entre otros.
Su pasión por el séptimo arte le ha facilitado su vocación por la dirección de escena. "Creo que he aprendido a dirigir artes escénicas gracias a mi gusto por algunos cineastas como Hitchcock o Kubrick. Me di cuenta de que con un actor y una silla podía contar historias bonitas, comprometidas y sin millones de euros de presupuesto. El arte escénico me ha abierto un ramillete fantástico de universos creativos. Tener la oportunidad de estrenar en lugares tan dispares como Chile y China te da grandes recompensas", cuenta Carlos, un apasionado de la poesía de Tomás Morales y Pedro Salinas.
La dirección de escena la combina el grancanario con la enseñanza. "Empecé a impartir cursos profesionales a partir del año 2000 y a partir de 2006 empecé como docente en La Escuela Superior de Arte Dramático de Córdoba. Llevo toda la vida en aulas; como estudiante y como profesor, pero eso no me ha impedido dirigir hasta ahora más de 40 espectáculos profesionales", afirma el director, que siente una querencia especial por su montaje de fin de carrera. "Así que pasen cinco años, de Federico García Lorca, la estrené profesionalmente en el Círculo de Bellas Artes de Madrid en 2005 y fue como mi bautizo de fuego en esta profesión. Una anécdota: una sobrina muy mayor de Lorca se me acercó y me dijo al oído que era la mejor versión que había visto de la obra", recuerda Carlos, que confiesa que la sencilla ensaladilla rusa de su madre es de sus comidas favoritas y no oculta el amor que siente por su tierra. "Soy muy familiar y allí están las personas más importantes de mi vida. Y he tenido suerte como director de escena en Canarias. Desde hace cinco años soy el responsable artístico del Festival de Monólogos que se celebra en primavera en la Sala Insular de Teatro. Lo último que he dirigido ha sido el Don Juan Tenorio de 2016, en la plaza de Santa Ana, con una mujer en el papel del eterno crápula seductor", recuerda Carlos. "Ahora tengo cinco montajes en cartelera por España. Estoy con dos textos literario-dramáticos del autor Miguel Palacios y con un texto de Itziar Pascual. También tengo una adaptación para la escena de La insoportable levedad del ser, de Kundera, pero no puedo contar más", concluye con un atisbo de misterio el dramaturgo residente en Córdoba.
