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Aires de Oriente en la paleta

Lilith es una creadora multidisciplinar que reparte su vida profesional entre la pintura, el cine y la escritura

Aires de Oriente en la paleta

Lilith nació en Madrid de padre cántabro y madre palmera y desde muy pequeña se vio inmersa en un ambiente de creación, en una familia de artistas que se relacionaban con artistas, no es extraño que el arte, en múltiples disciplinas, sea su vocación, su afición y su profesión.

Desde los once años de edad ya trabajaba Lilith con los encargos que le hacía su padre. "Algunos de los trabajos eran para escenografía, colorear con tinta las letras góticas de los pergaminos, ayudar en maquillaje y vestuario para las fiestas de arte. Vivía en primera persona las obras de danza teatro expresionista que llenaban la isla de magia a manos de mis padres", rememora la creadora, que afirma que en su casa el arte viene de lejos. "Mi abuelo era artista y mecenas. Mi dibujo proviene de la saga más famosa de la pintura austriaca. Klimt fue el maestro de Egon Schiele, este el maestro de Winkelhofer. Mi abuelo fue el mecenas de Antonio Winkelhofer, este fue el maestro de dibujo de mi padre y mi padre fue mi maestro de dibujo. La pintura me la enseñó mi madre, que era una pintora surrealista exitosa en su juventud, sus amigos de la época de estudiante eran Domingo Pérez Minik, Eduardo Westerdahl y Pedro García Cabrera, treinta años más viejos. Estudié en la Universidad de la Laguna y me convertí en artista multidisciplinar", recuerda Lilith, que expone una media de siete colecciones al año. "Tengo algún que otro premio de pintura rápida, entre ellos el Premio Plaza de Dalí de Madrid, y también he sido premiada en cine con las obras El signo del Sueño y Quemar Pajarracas. El mejor premio es que tengo un marchante importante, Ángel Vique. He trabajado como performer para Jesús del Pozo, Elo Shögren o Carolina Herrera. Como pintora para Leo Bassi. He expuesto en el Museo de Arte Contemporáneo Art Santa Mónica y la galería BAT me apadrinó para Trending Madrid. En La Palma mi trabajo más destacado ha sido como cineasta y he inaugurado en la Isla mi trabajo más importante: El Uno y El Verso del Universo", desgrana Lilith.

Actualmente en las redes de la artista puede verse una colección de pinturas de geishas que surgieron de sus manos sin buscarlo. "Surgen hace apenas unos meses, tras la muerte de mi padre. La geisha es la portadora ancestral del Arte y debe dominar sus disciplinas para entretener a los hombres. Son mujeres duras y condenadas a ser belleza. La primera era un cuadro para mi casa, pero se vendió. La colección está aún a media creación, así que ya tendré la mía. De hecho, mi logotipo personal es el rostro de una geisha que surge de poner un corazón entre dos H en espejo. El amor entre la letra del silencio", cuenta Lilith, una afortunada que puede presumir de que sus aficiones son su trabajo. "Cuando descanso de la pintura, prefiero usar mi tiempo libre para hacer cine, escribir, bailar o hacer música. Todo lo que sea crear es necesario para mí", concluye.

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