"No sé si he descubierto el secreto del 'Abrazo en la playa de El Golfo', pero ese lugar es una de las piezas clave de Los abrazos rotos", un escenario ideal de Lanzarote para "rodar los detalles oscuros de la relación de Lluis Homar y Blanca Portillo, con los que Penélope comparte una relación de amor y celos rabiosos", confiesa el director de cine Pedro Almodóvar sobre la película que empieza a rodar en Canarias el 20 de mayo.

Desde ayer, el creador manchego ha colgado en su blog numerosas claves de su nueva película y no escatima en elogios hacia Lanzarote. "Es uno de los escenarios más importantes, donde los personajes de Penélope Cruz y Lluis Homar se ocultan y viven una ardiente historia de amor, con grandes amenazas peninsulares".

Los halagos que hace el cineasta a la isla canaria son enormes y revela de dónde surge ese amor además de explicar qué casualidad fue el origen de Los abrazos rotos, su decimoséptima película.

"Hace nueve años, en mi primer viaje a Lanzarote, me encontré de bruces con la impresionante playa de El Golfo, después de cruzar la Geria y el mar de lava. Paisajes todos ellos que me habían turbado muy profundamente. El origen volcánico de la isla convertía el paseo en un viaje interior, emocionante y emocional", cuenta el director en su blog.

FOTOS DE TODO. "Hice fotos de todo", prosigue. "No había visto nunca en la naturaleza colores tan dramáticos, oscuros y originales. Y yo mismo, tan aficionado a los colores brillantes, cuando no chirriantes, me sorprendía fascinado por la oscuridad llena de matices de aquella tierra".

"Cuando tuve en mis manos las fotos impresas", continúa, "hubo una que me llamó especialmente la atención. Como pueden ver -en la imagen de la derecha-, es una vista general de la playa de El Golfo (...) pero lo que más me impactó de la fotografía, además de su oscura belleza, fue descubrir en la base a una pareja abrazándose. Cuando hice la foto... no advertí su presencia".

El director de La flor de mi secreto y Entre tinieblas cuenta que entonces pensó "que el paisaje fotografiado entrañaba un secreto, que ni siquiera la pareja abrazada conocía. Un secreto que probablemente fuera una amenaza para ellos. La imagen de aquellos dos cuerpos fundidos y aislados impregnó de misterio mi primer viaje a la isla".

"Durante los días siguientes escudriñaba todos los lugares, exploraba todos los abismos que la isla ofrecía a mi paso. Y Lanzarote", asegura, "es una isla rica en abismos. No sabía lo que buscaba", prosigue Pedro Almodóvar. "Y ya que la realidad no me aportaba ninguna pista recurrí a la imaginación. Fabulé una trama para la pareja de la foto, les escribí una vida previa al beso, y una vida después del beso. Les di una familia, me inventé situaciones divertidas y desoladoras. Pero nada funcionaba", agrega el director.