Una campaña publicitaria de Ralph Laurent (RL) para Japón, donde el Photoshop convirtió a una modelo de bellas curvas en un esqueleto, lleva de nuevo al ojo del huracán el programa de retoques fotográficos. En España, cada portada de Hola! o Interviú, genera un debate en las calles, en casa y en los programas del colorín por los resultados casi mágicos, por irreales, que producían en sus protagonistas. Pero fotógrafos y especialistas en diseño gráfico consideran que el buen uso de esta herramienta de trabajo no debería estar tan demonizado.

¿Arte o desastre? El diseñador gráfico y fotógrafo aficionado Jorge Leal, vencedor de la última edición del concurso fotográfico de El Corte Inglés grancanario, lo tiene claro: "Arte, si sabes dónde está el límite".

Leal opina que, "bien aplicado", el programa de retoque "enriquece" el material gráfico. "Los resultados", dice, "dependen un poco del criterio del profesional".

Como ejemplo de la riqueza que aporta el programa de tratamiento de imágenes está la serie que Leal, de la empresa Red Comunicación, presentó en el concurso, donde muestra rincones de la capital grancanaria con aspecto apocalíptico -la colección se llama Apocalipsis-.

"Detrás de cada una de estas fotos hay casi 50 horas de trabajo porque el Photoshop funciona con superposición de imágenes y, para ir dotando mis fotos de esa atmósfera y tantos detalles, trabajé muchísimo".

Leal y algún otro fotógrafo profesional han destacado también que "las fotos, de alguna manera, ya están tratadas desde que el fotógrafo selecciona una u otra lente para realizarla".

La campaña de RL "es un des propósito, sobre todo por el mal uso del programa", agrega Manuel Sanz de Rodrigo, también diseñador gráfico, "pero lo asombroso no es que hayan tratado mejor o peor la imagen de la modelo sino que el espantoso resultado se convirtiera en una campaña". Vamos, que Sanz dice que "a la foto" le puedes hacer "lo que quieras" pero siempre para mejorarla. "En este caso no se logró y además se publicó", agrega.

Internet, no obstante, ofrece cientos de páginas donde se pueden ver hasta qué punto el Photoshop daña una imagen por su mal uso. Y advertimos desde aquí que algunos resultados, como se dice en las películas de terror, pueden herir sensibilidades.