Como si no fuera difícil de por sí hacer cine independiente en casa, con el factor campo a favor, este lunes hemos podido ver tres producciones canarias rodadas en Madrid ('Edificio España' de Víctor Moreno), La Habana ('Hotel Nueva Isla', de la ceutí Irene Gutiérrez y el cubano Javier Labrador) y Nueva York ('11211, el barrio de avenidas que se bifurcan' de zac73dragon, alias Zacarías de la Rosa, alias José Víctor Fuentes). Esos dos últimos títulos compiten por el premio Richard Leacock de la sección LPA Film Canarias.

De la película de Moreno ya se han escrito carretas y carretones, y con razón, aunque buena parte de los titulares que ha acaparado se deban a la censura, felizmente superada hace bien poco, que impuso a su exhibición el Banco Santander, propietario del emblemático Edificio España. A estas alturas, la historia es de sobra conocida: Víctor Moreno grabó el proceso de demolición del interior del rascacielos madrileño, que se supone iba a dar paso a una lujosa remodelación frustada por la crisis económica.

Esta es además la segunda vez que el filme ha pasado por la capital grancanaria en los últimos meses de la mano de LPA Film Festival -la primera, en las sesiones dobles del Monopol-. De modo que las únicas reflexiones con un mínimo de originalidad que podemos lanzar aquí vendrán de la confrontación con 'Hotel Nueva Isla': ambas películas podrían formar una jugosa sesión doble, y a eso apuntaba la parrilla del lunes del festival al programarlas una detrás de la otra, si bien en distintas sedes, El Cicca y el Guiniguada.

La cinta de Gutiérrez y Labrador cuenta con la producción de la tinerfeña El Viaje Films, y al igual que 'Edificio España' deja en el aire, sin forzarla, la metáfora de la decadencia de todo un régimen plasmada en un inmueble, representativo hasta en el nombre y a punto de quedar reducido a escombros: leemos que el Hotel Nueva Isla, perteneciente a La Habana Vieja, fue reconvertido en albergue después de la revolución cubana y ha sufrido un deterioro progresivo hasta volverse inhabitable. Si la causa de la ruina en el caso español era la voracidad especulativa, aquí habría que culpar a la dejadez.

Desde luego que encontramos diferencias notables entre estos dos filmes. Mientras que 'Edificio España' renuncia a centrar su atención en personajes concretos -y oportunidades sobradas tenía para ello- con el fin de dar protagonismo al rascacielos, 'Hotel Nueva Isla' se aferra a la historia de Jorge, al parecer un funcionario retirado, que rehúsa abandonar su hogar aunque se caiga a cachos. Los dos cineastas que firman este híbrido entre documental y ficción se arriesgan a presentar una narración sin contexto de ningún tipo, obviando todos los datos que hemos mencionado para abrir paso a una reflexión sobre el vínculo entre persona y espacio habitado.

Y pese a la ambigüedad del planteamiento, el destino trágico de Jorge parece sellado, puesto que se presentará por último ante nosotros como un alma en pena que recorre pasillos vacíos de gente y llenos de escombros. Un fantasma de carne y hueso, no como el de la planta 14 de Edificio España.

Pero hablemos ya de '11211, el barrio de avenidas que se bifurcan', lo nuevo del creador del Festivalito de La Palma. zac73dragon cierra así su 'trilogía' neoyorquina (junto con '90 Minutos & I Love You' y un tercer capítulo que según el director nunca rodará).

En efecto, '11211' tiene poco o nada que ver con su trabajo de hace dos años 'La luz de Mafasca', y todo con '90 Minutos & I Love You'. Incluso reaparecen muchos de los mismos personajes, encabezados por el Santa Claus verde que interpreta Luifer Rodríguez (probablemente EL actor en lo que se refiere al cine independiente ligado a Gran Canaria) y con secundarios de lujo como el heladero Ernesto Navarro (pueden verle también en el corto de David Pantaleón 'Hibernando').

Volvemos asimismo a la lavandería que constituía el escenario central en '90 Minutos & I Love You', pero si aquella anterior entrega de la falsa trilogía se desplegaba en un único plano secuencia, esta vez encontramos otro tipo de recursos formales que mejor no destripar y que son un guiño al Hong Sang-soo más juguetón. Una pista: piensen sin ir más lejos en 'The Day He Arrives', presente en la edición de 2012 del festival...

'11211' se sobrepone a una escena inicial que, pensamos, no hacía presagiar gran cosa y termina convenciendo en primer lugar por su sobresaliente banda sonora (firmada por músicos como Jaír Ramírez de Pumuky), el gancho para que simpaticemos con esta propuesta coral y difícil de etiquetar (prueben si quieren con los términos de 'dream cinema' o 'cine cuántico' propuestos por el propio director). Siempre será mejor haber visto antes '90 Minutos', porque de esa manera quedan menos cabos sueltos, pero a veces la indeterminación es de agradecer.